Robados en Ceuta los motores de las lanchas incautadas a traficantes
La mitad de las embarcaciones de alta velocidad que han sido incautadas por transportar drogas o inmigrantes y se guardan en el depósito municipal de Ceuta han sido desvalijadas y saqueadas durante los tres últimos meses por una organización presuntamente dirigida por el vigilante del almacén. El grupo se dedicaba a extraer las piezas de los potentes motores de lanchas semirrígidas y planeadoras para luego venderlos como repuestos a traficantes en Marruecos.
Según explicó ayer el director general de Seguridad Ciudadana del gobierno ceutí, Adolfo Castaño, tanto la Policía Local como la Guardia Civil habían detectado "movimientos sospechosos" en los últimos meses en el entorno del gigantesco depósito municipal de Benzú, al norte de la ciudad, en el que se almacenan centenares de vehículos embargados o a la espera de desguace, pero también 54 lanchas intervenidas por el Servicio de Vigilancia Aduanera en 2002.
Todas esas embarcaciones, propiedad de conocidos narcotraficantes ceutíes, han pasado los últimos 11 meses a la intemperie en el almacén municipal a cien metros de la frontera norte con Marruecos. Mientras las autoridades decidían su futuro han sido, literalmente, saqueadas. La Guardia Civil ha dado por terminadas las investigaciones con la detención, el pasado viernes, de dos militares y un civil presuntamente relacionados con los hechos.
El entramado estaba dirigido, según las mismas fuentes, por el vigilante, que facilitaba el acceso al resto de saqueadores. Empleaban varias horas para desmontar los motores pieza a pieza. Dos se los llevaron completos, pero a la mayoría le faltan la mayor parte de las piezas. "No nos dimos cuenta hasta que abrimos una por una cada carcasa", añade Castaño.
La banda
El grupo estaba integrado por nueve personas, los tres últimos detenidos y los seis arrestados la semana anterior: cinco vecinos de Ceuta (uno de ellos menor de edad) y un tunecino. La Guardia Civil vigilaba de cerca a los dos militares y al último civil detenido. Los tres escaparon a una primera redada, que se efectuó en la madrugada del 3 de abril, en la que fueron arrestados los otros seis implicados justo en el momento en el que salían con la mercancía robada en dirección a la frontera. Los detenidos llevaba consigo dos motores Yamaha de 225 CV, valorados en 30.000 euros cada uno y que posiblemente ya estaban vendidos a narcotraficantes marroquíes.
Se desconoce la cantidad que la red ha podido obtener por la venta de piezas de las embarcaciones rápidas, aunque las autoridades apuntan a cantidades elevadas.
Las piezas eran introducidas en Marruecos bien embaladas y ocultas entre la mercancía que a diario pasan los porteadores marroquíes que utilizan el paso de Benzú. De hecho, hace casi un mes, los agentes que custodian el puesto ya descubrieron entre los bultos de una de estas personas varias piezas que habían sido robadas del depósito municipal, por lo que surgieron las primeras sospechas.
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