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La reforma de los paseos Prado-Recoletos respetará todas las casas del sur del Retiro

El arquitecto Álvaro Siza opta por una "actuación dulce" que respete las viviendas

El alcalde, José María Álvarez del Manzano, ha vuelto a salvar los edificios amenazados de demolición en el avance del plan especial, elaborado por el equipo Trajineros, para reformar y prolongar el eje museístico del paseo del Prado. Ese avance preveía la ampliación del sur del Retiro a costa de derribar 314 viviendas. Pero el alcalde, que aparcó un proyecto similar en 1994, mostró ayer a los vecinos afectados un informe de Trajineros, dirigido por los arquitectos Álvaro Siza y Juan Miguel Hernández de León, en el que se respetan todas las viviendas.

Álvarez del Manzano se reunió ayer con los representantes de tres colectivos vecinales -Asociación Alerta Cerrillo de San Blas, Asociación Observatorio y Asociación barrio Virgen de Atocha- para tranquilizarles con respecto a la posibilidad de que alguna de sus viviendas se pueda ver afectada por las actuaciones previstas en el sur del Retiro. Esa actuación se enmarca en el proyecto de reforma del eje Prado-Recoletos, cuyo concurso ganó en febrero de 2002 un equipo multidisciplinar dirigido por los arquitectos Álvaro Siza, autor de la reconstrucción del Chiao lisboeta, y Juan Miguel Hérnandez de León, presidente del Círculo de Bellas Artes.

El avance del plan especial necesario para hacer realidad esa reforma, pendiente de pasar aún por el pleno de la Corporación, recogía una idea planteada en anteriores ocasiones: la reordenación del sur del Retiro para recuperar el cerrillo de San Blas -desde donde, en palabras de Hernández de León, "se ve el mar"- y la ampliación del histórico parque hacia Atocha. Hace casi 10 años, en mayo de 1994, esa propuesta afectaba a 318 viviendas situadas entre las calles de Alfonso XII y el paseo de la Infanta Isabel, pero el alcalde paró en seco el proyecto cuando los afectados, reunidos en la Asociación Observatorio, amenazaron con no volver a votar al PP. Álvarez del Manzano envió una carta a los vecinos y prometió que no se derribarían viviendas en la zona.

La proximidad de la cita electoral del 25 de mayo y la dimensión económica que tendría la expropiación de viviendas en uno de los distritos más cotizados de la capital -en 1994 se evaluó el coste de la operación en 25.000 millones de pesetas- se han cruzado también en el proyecto elaborado por Trajineros. Éste afectaba a 314 casas, entre viviendas unifamiliares, ubicadas bajo el cerrillo de San Blas, y los bloques de pisos que flanquean el Gobierno militar, sito en el paseo de la Reina Cristina, 5.

Compromiso 'in situ'

Pero el alcalde ha recibido a los vecinos -que la semana pasada volvieron a esgrimir un posible voto de castigo al PP- para explicarles que el edil de Urbanismo, Ignacio del Río, y la concejal-presidenta del distrito, Dolores Navarro, recorrieron el pasado 4 de abril el cerrillo de San Blas y las calles afectadas, junto con Siza, Hernández de León y otros miembros de Trajineros. "Sobre el terreno se analizaron todas y cada una de las viviendas y el propio Siza renunció a una posible ampliación del Retiro, que constituye una agresión a los propietarios de las viviendas, y propuso una actuación más dulce", explicó ayer tarde la edil Dolores Navarro.

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"Es un problema histórico, y los vecinos están muy alarmados. Siguiendo las indicaciones de Ignacio del Río, se tomó in situ el compromiso de respetar las viviendas", continúa la presidenta del distrito. Ese compromiso está ya recogido en un informe de los arquitectos que Álvarez del Manzano mostró ayer a los representantes vecinales. En él se especifica que la actuación en el sur del Retiro "respeta todos los edificios de viviendas y ciñe la intervención al espacio público", añade Navarro.

"Se va a reordenar el cerrillo de San Blas y se mantiene la propuesta de facilitar un acceso rápido y directo al sur del Retiro. Para ello, se construirá un ascensor en un solar de la Universidad Politécnica situado entre los números 25 y 27 del paseo de la Infanta Isabel", apunta Federico Rueda, portavoz de las tres asociaciones vecinales.

Tanto Hernández de León como otro de los arquitectos de Trajineros, Fernando Terán, confirmaron que se ha descartado totalmente el posible derribo de viviendas. "Una intervención urbanística tan fuerte no puede entrar en el ánimo del Ayuntamiento de Madrid. El avance del plan especial, como proyecto de ideas, es muy ambicioso, pero para materializar ese plan hay que dulcificar los detalles. En ningún caso se puede menoscabar los intereses de los vecinos. Sopesando la estética, hay que buscar el beneficio de todos", concluye la concejal Dolores Navarro.

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