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Entrevista:GIOVANNI LEVI | Historiador

"En Andalucía se juega la posibilidad de la convivencia con el mundo islámico"

Giovanni Levi (Milán, 1939) es profesor de Historia Moderna en la Universidad Ca'Foscari de Venecia. Levi es uno de los fundadores de una de las corrientes historiográficas de la segunda mitad del siglo XX: la microhistoria. Surgida a finales de los años setenta, la microhistoria ha tenido una importante difusión en Europa y América Latina. Levi participó el pasado 9 de abril en Sevilla en el ciclo de conferencias Andalucía en la encrucijada de las culturas, que ha sido promovido por la Universidad Pablo de Olavide y la Fundación José Manuel Lara.

"La microhistoria parte de la idea de que las cosas generales no se pueden ver sino a través de un trocito de la realidad. Es una forma de acceder a las complejidades de la realidad. A partir de la observación, por ejemplo, de un pueblo o un punto cualquiera de la realidad se puede llegar a conclusiones generales", explica Levi.

"Hay mucha retórica sobre Al-Ándalus. La convivencia fue sangrienta"
"Las tres religiones mediterráneas construyeron una antropología común"

Andalucía fue una encrucijada de culturas durante varios siglos. Hay aspectos, como por ejemplo el ámbito de la justicia, que, a juicio de Levi, comparten musulmanes, católicos y judíos. "El problema es la convivencia de los diferentes. La convivencia mediterránea sale de entender cuáles son las características que pueden propiciar la cooperación de culturas diferentes. Las tres religiones mediterráneas decidieron construir una antropología común. Para los católicos, los musulmanes y los judíos, Dios es tan lejano e inescrutable que hay la necesidad de construir una justicia en la Tierra. Esta justicia se caracteriza por el hecho de que la ley es distinta para todos. Cada persona tiene derecho a una justicia personalizada", señala el profesor de la Universidad Ca'Foscari de Venecia.

"En el Mediterráneo hay una antropología compartida por musulmanes, católicos y judíos que imagina que existe una justicia personalizada. Las tres antropologías dicen que cada persona tiene derecho a una justicia propia: éste es el principio de uniformidad de las tres religiones mediterráneas. Es lo que diferencia a España e Italia del resto de Europa. Esta circunstancia crea un puente entre las culturas de los países musulmanes, católicos y judíos. Parte de que los jueces deben ser muy fuertes en estas sociedades porque la ley es muy general. El juez debe juzgar según el contexto. Hay que trabajar en este sentido de justicia de las tres culturas para construir la convivencia. En este sentido, estos países tienen una base común que les diferencia del norte de Europa", agrega Levi.

El historiador italiano es escéptico ante las visiones que edulcoran la convivencia entre cristianos, árabes y judíos en Al-Ándalus. "Hay mucha retórica sobre estos 700 años. Había una convivencia entre culturas que se imaginaban jerárquicas y desiguales. Hubo periodos muy positivos y otros muy negativos. Los musulmanes consideraban inferiores a los cristianos y a los judíos; y los cristianos consideraban inferiores a los musulmanes y a los judíos. Nuestra imagen de los otros tras la Revolución Francesa es la de un mundo de iguales. Al-Ándalus era un mundo completamente diferente al que surge de la Revolución Francesa y, por ello, no se puede idealizar. Idealizar la convivencia entre las tres culturas y las tres religiones desemboca en una retórica equívoca porque fue una convivencia sangrienta", indica el profesor de Historia Moderna.

Tampoco cree Levi que la herencia romana sea el factor determinante en la historia de Andalucía. "La utilización de mitologías históricas se presta a muchos equívocos. Se trata de simplificaciones más peligrosas que útiles. Mussolini hizo una apología de la romanidad como imperio. La hizo porque la tradición romana trajo un cambio central y porque era un fenómeno político que se perdía en el tiempo pasado. No se puede exclusivizar la tradición romana. La tradición islámica, que es muy importante, fue uno de los puentes de trasvase de la cultura griega a la cultura de hoy. Estas mitologías históricas tan peligrosas son justamente lo contrario de la microhistoria y no sirven para nada", comenta.

Levi opina que Andalucía puede jugar un importante papel en el siglo XXI en la relación entre Europa y el mundo árabe. "Andalucía recibe mucha inmigración marroquí. Andalucía es uno de los lugares en que se juega la posibilidad de la convivencia con el mundo islámico. Es una tierra que tiene mucha relación con el mundo islámico. En cambio, con el mundo judío tiene muy pocas relaciones. Andalucía es uno de los confines entre dos culturas. Es un confín muy permeable, muy frágil... Puede tener un papel muy importante como territorio situado entre una sociedad capitalista, europea y católica y una sociedad islámica, campesina y africana. Andalucía sí que tiene un papel importante en este sentido geopolítico", dice el profesor.

Levi habló en su conferencia en la Universidad Pablo de Olavide de la relación de las culturas cristiana, árabe y judía con el problema palestino. "Ahora el nivel de odio es tan alto en las dos partes que no hay soluciones que no sean de fuerza. Después de la paz, israelíes y palestinos necesitarán siglos de trabajo y convivencia para buscar cuáles son las cosas comunes, todo aquello que comparten. Pienso que la paz es posible siempre que venga de una decisión unilateral: de la ONU, de EE UU, de Europa... Otra solución vendría de la mano de un Gobierno israelí que tuviese la fuerza de retirar a los colonos de Cisjordania y de ponerle un límite definitivo a Israel", explica el historiador.

"EE UU es un peligro"

El historiador italiano Giovanni Levi rechaza la guerra de Irak. Partidario de buscar espacios de entendimiento entre las culturas musulmana, judía y cristiana, este profesor de Historia Moderna en la Universidad Ca'Foscari de Venecia cree que "esta guerra no debía haberse producido".

A Levi le inquieta el hecho de que EE UU se convierta en un poder planetario que haga y deshaga a su antojo. "Es muy peligroso dejar a EE UU un papel incontrolado. Sadam Husein era un peligro local. EE UU es un peligro mundial con su política, caracterizada por un fundamentalismo incontrolado de la fuerza", señala el profesor de Historia Moderna.

"La guerra no se puede justificar con el hecho de que Sadam Husein tenga la culpa. Además de Sadam Husein, hay otros culpables en el mundo. Esta guerra implica que se puede decidir una intervención en cualquier país", explica Levi.

El profesor de la Universidad Ca'Foscari de Venecia aboga por poner algún tipo de control internacional a la política de EE UU. "El fracaso de la ONU y Europa es una de las cosas más dramáticas de esta situación. Es necesario construir un bipolarismo verdadero. Europa debe tener la capacidad de servir como contraste a la política de EE UU, algo que no ocurre ahora", concluye.

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