El PSOE rechaza que España participe en la gestión de Irak sin el aval de la ONU

El PSOE rechaza la intención del Gobierno de integrar a España en la gestión de Irak sin el aval de la ONU. El secretario general de los socialistas, José Luis Rodríguez Zapatero, anunció ayer en un mitin celebrado en Sabadell que el PSOE volverá a colocar a España en el centro del proyecto europeo. En respuesta a las razones dadas por Aznar para apoyar la guerra de Irak, Zapatero sostuvo que "un país cuenta en el mundo cuando es capaz de exigir responsabilidades" a otros por hechos como la muerte de José Couso y de oponerse a la "lógica militarista e imperialista" desatada por George W. Bush.

Zapatero y Pasqual Maragall se pusieron ayer traje gris y corbata roja para iniciar una ronda en Cataluña en la que el secretario general del PSOE participará hasta el lunes en ocho mítines. En un ambiente caldeado por gritos de "no a la guerra", Zapatero explicó que mucha gente en Europa está esperando una victoria de los socialistas en España para que pueda relanzarse "la Europa de los valores, y no la que quieren Blair y Aznar", que han apoyado la ocupación de Irak.

Aupado por una encuesta publicada ayer por El Periódico de Catalunya que coloca al PSOE 6,7 puntos por delante del PP si ahora se celebrasen elecciones generales, el secretario general socialista fue acogido con gritos de "Zapatero presidente". Su respuesta fue: "Falta un poco para eso. Falta un poco, pero será así".

En su intervención, Zapatero criticó el talante con el que gobierna Aznar y su incapacidad para rectificar la política seguida en relación a Irak. Le recriminó que, después de haber apoyado una guerra "injusta e inmoral", desatada siguiendo la "inaceptable" doctrina de la guerra preventiva, "encima viene y descalifica a quienes no la quieren y la critican".

Frente a esta actitud, Zapatero invitó a los 2.500 asistentes al acto, celebrado en el palacio municipal de deportes, y a toda la sociedad española a "sentirse orgullosa de los jóvenes y los intelectuales de este país". Por haberse sabido oponer a quienes defienden el "belicismo y el militarismo". Y por haber dado "lecciones de solidaridad" con Galicia cuando se produjo la catástrofe del Prestige, y por "haber salido a defender la paz en las calles".

El secretario general del PSOE mostró también públicamente su plena confianza en Maragall y auguró que el candidato de los socialistas catalanes a la presidencia de la Generalitat seguirá siendo blanco de los ataques del PP porque defiende un "proyecto de convivencia en España" que la derecha no quiere entender.

Para salir al paso de la campaña lanzada por el PP contra Maragall, Zapatero afirmó que "no hay ningún riesgo de división de España". Sostuvo que, al contrario de lo que cree Aznar, lo que la gente quiere en España "es esperanza en vez de insulto y descalificación" de quien defiende programas de convivencia como el que predica el ex alcalde de Barcelona. Hay mucha gente en España que espera que Maragall sea presidente de la Generalitat, agregó, "y cuando se vea que esto es bueno para Cataluña y España va a tener que callarse incluso la derecha de este país".

Lo que hay que tener ahora frente a esta derecha es, según Zapatero, "mucha paciencia" y no seguir su ejemplo. "Vamos a ganar sin un insulto, en lo que será la demostración de cómo hay que ganar unas elecciones en democracia".

Vuelta a la legalidad

Los socialistas han empezado el diseño de seguimiento parlamentario y, por tanto, de oposición al Gobierno sobre la nueva fase que ha comenzado en Irak. De poco o nada sirve ya empeñarse en denunciar la guerra, dijeron en fuentes de la dirección socialista a pesar de que los rescoldos del fuego todavía no se hayan apagado. Pero el PSOE cree ahora de especial interés vigilar las características de la participación de España en la nueva administración que se haga cargo de ese país. El secretario de organización del PSOE, José Blanco, ha adelantado que su partido se opondrá a esa participación española si el diseño de la operación no tiene el aval de Naciones Unidas.

La defensa del papel de Naciones Unidas o la vuelta a la "legalidad" fue defendida ayer en Santiago de Chile por el portavoz parlamentario del PSOE, Jesús Caldera, ante la 108 Conferencia de la Unión Interparlamentaria. Caldera defendió que sean los Cascos Azules de Naciones Unidas "quienes garanticen la seguridad y la normalidad de la transición a la que se enfrenta Irak". Los asistentes a esta conferencia, 1.200 delegados en representación de 144 parlamentos del mundo, brindaron una cerrada ovación en recuerdo a todas las víctimas de esta guerra a las que Caldera evocó y, singularmente, a los periodistas españoles Julio Anguita Parrado y José Couso.