El alcalde de Pasaia dice colaborar con el Ararteko pese a devolver sus escritos
El fiscal pide un año de suspensión para Alduntzin y califica de "pueril" su argumentación
Juan Carlos Alduntzin, alcalde de Pasaia por Euskal Herritarrok, declaró ayer que su Ayuntamiento colabora con el Ararteko y resuelve las quejas tramitadas por esta institución, pese a que lleva dos años devolviéndole sin contestar los escritos porque van encabezados con el lema ETA no. El primer edil entiende que incluir sólo esta leyenda implica una "pérdida de neutralidad" por parte de la ararteko. La Fiscalía, por el contrario, considera que Alduntzin ha cometido un delito contra las instituciones del Estado y pide para él un año de suspensión de empleo o cargo público.
El alcalde pasaitarra, que encabeza la candidatura de Autodeterminaziorako Bilgunea (AuB) a las Juntas Generales de Guipúzcoa en la circunscripción de Bidasoa-Oiarso, se sentó ayer en el banquillo del Juzgado de lo Penal número 5 de San Sebastián bajo la acusación fiscal de no colaborar con el Ararteko. La titular en funciones de esta institución, Mertxe Agúndez, presentó una denuncia contra él a finales de 2001, al tiempo que recogió en su informe anual que Alduntzin había entorpecido su labor en la tramitación de cuatro expedientes.
Tras recordar que gobierna Pasajes desde julio de 1999, Alduntzin admitió que, en mayo de 2001, dictó una resolución en la que ordenaba devolver sin contestar todos aquellos escritos enviados por el Ararteko al Ayuntamiento bajo el encabezamiento de ETA ez, ETA no, lema impreso en los documentos de esta institución junto al artículo 3 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, que reza: "Toda persona tiene derecho a la vida, a la libertad y a su seguridad personal".
El alcalde de Pasaia tomó esta decisión al entender que el Ararteko había "perdido su neutralidad", al plasmar en sus escritos sólo la leyenda contra ETA y no "otras vulneraciones" del citado artículo 3 "que se producen en Euskal Herria", argumentó ayer ante la juez.
Tramitación de expedientes
"Las administraciones deben actuar con imparcialidad, neutralidad y absoluta objetividad, y eso es lo que quiero hacer ver a la ararteko". "Yo no me niego a la colaboración y cooperación entre instituciones", afirmó Alduntzin.
El primer edil pasaitarra subrayó que el incidente con la ararteko no es más que "un rifi-rafe de tinte estrictamente político", que se podía haber resuelto "mediante el diálogo", por lo que consideró "absolutamente innecesario" recurrir a la vía penal para solventarlo.
Alduntzin insistió en que las puertas del Ayuntamiento siguen "abiertas" para el Ararteko. Así, señaló que en cierta ocasión la oficina del Ararteko requirió información sobre un expediente por teléfono y recibió respuesta. Destacó, además, que, pese a su resolución, el Consistorio analiza las quejas planteadas por la ararteko y tramita los expedientes.
En este sentido, el secretario del Ayuntamiento de Pasajes, Joseba Belaustegi, único testigo que compareció en la vista oral, explicó que, desde mayo de 2001, los escritos de la defensora del pueblo se fotocopian, de manera que el original se devuelve a la ararteko y la copia se remite al departamento competente para resolver la queja. "El alcalde me dejó claro que el ciudadano no podía sufrir las consecuencias de un problema entre dos instituciones", apuntó Belaustegi. Y añadió que, una vez tramitadas las quejas, se comunica el resultado a los ciudadanos implicados, pero no al Ararteko.
El secretario certificó también que la ararteko envió una carta al Ayuntamiento en la que advertía que la devolución de sus documentos podía incurrir en una infracción penal y dar lugar a un procedimiento judicial contra el alcalde. No confirmó si dicho escrito llegó a manos de Alduntzin. "Imagino que sí", dijo.
En sus conclusiones, el Ministerio Público, representado por el Fiscal jefe de Guipúzcoa, Luis Navajas, elevó a definitiva su petición de un año de suspensión de empleo o cargo público para el alcalde, a la vez que tachó de "fútil" y "casi pueril" el argumento esgrimido por éste para justificar su postura. Navajas resaltó que Alduntzin persiste en su "terca actitud" de no colaborar con el Ararteko, quien el pasado marzo presentó una segunda denuncia.
La defensa de Alduntzin, que pidió su absolución, hizo hincapié en la tesis de que devolver los escritos con la leyenda contra ETA "no se puede interpretar automáticamente como una voluntad de no colaborar con el Ararteko", una institución dependiente del Parlamento vasco, que, a su juicio, no está "facultada" para incluir un lema que expresa "una marcada voluntad política". El juicio quedó visto para sentencia.
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