Por cada piso social del área metropolitana se presentan 20 solicitudes
La Mancomunidad de Municipios ha promovido 3.000 viviendas en ocho años
Por cada piso de protección social que se construye en las localidades del área metropolitana de Barcelona -excluyendo la capital- se presentan 20 solicitudes. La proporción entre oferta y demanda es similar a la que registra Barcelona, lo que pone en evidencia la insuficiencia de este tipo de vivienda social en un área en la que viven tres millones de personas. Una zona en la que son los municipios y las mancomunidades los agentes más dinámicos en la promoción de estas viviendas.
La Mancomunidad de Municipios del Área Metropolitana de Barcelona ha impulsado en los últimos ocho años 3.000 viviendas, 1.800 ya están acabadas y 1.200 en construcción o proyectadas. "En vivienda de protección son los propios municipios, la mancomunidad y los promotores sin ánimo de lucro los que promueven más vivienda social con un considerable esfuerzo que no se ve acompañado por las dos administraciones -la central y la autonómia-, que son las que tienen las competencias, los mecanismos y más medios", afirmaba ayer Didac Pestanya, vicepresidente de la Mancomunidad y alcalde de Gavà.
Las propias cifras del Plan Catalán de la Vivienda 1998-2001 evidencian la distancia en viviendas sociales iniciadas en toda Cataluña: el Incasol, dependiente de la Generalita, tenía 3.626 frente a las 10.109 de los otros promotores públicos. Con datos de 2002, el 6,9% de la vivienda construida en Cataluña era de protección oficial. Ese procentaje fue del 11,4% en el área de Barcelona, y del 17,7 % en la capital. "Con las cifras está claro que son Barcelona y su área las más activas, mientras que el Incasol se limita a sustituir las viviendas afectadas por patologías y a las reformas de barrios", insistía Pestanya en la presentación del libro Vivienda Protegida Metropolitana 1995-2003.
El resultado de la casi inexistente política de vivienda social en los últimos siete años también se puede mesurar de otra forma. Un piso de protección de 80 metros con plaza de aparcamiento en Barcelona cuesta 3.577.000 euros, "y ese mismo piso cuesta el doble en el mercado libre", puntualizaba Jaume Vendrell, gerente de la Mancomunidad. Sin embargo, hace 10 años la diferencia era de entre un 20% y un 30%. Joan Clos, alcalde de Barcelona, insistió en que la única forma de corregir el panorama es promoviendo la vivienda de alquiler, tanto la social como la del mercado libre.
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