Tercera manifestación en Barcelona contra el Plan Hidrológico

El discurso del movimiento contrario al Plan Hidrológico Naciona (PHN) continúa calando. Tras más de dos años de movilizaciones, la Plataforma en Defensa del Ebro demostró ayer en Barcelona que mantiene intacta su capacidad de convocatoria y reunió a más de 100.000 personas en la tercera manifestación contra el plan. Los portavoces de la plataforma reclamaron ante la proximidad del ciclo electoral que no se vote a CiU ni al PP.

La manifestación, que discurrió sin incidentes por el centro de la ciudad y que reunió a 100.000 personas, según la Guardia Urbana, supone un nuevo espaldarazo al movimiento formado en las comarcas ribereñas del Ebro, contrario al trasvase previsto en el PHN con destino al Levante español.

La protesta, aun siendo multitudinaria, fue menos numerosa que en anteriores ocasiones a pesar de ser secundada por las plataformas Nunca Máis y Aturem la Guerra. Se notó la ausencia de ciudadanos procedentes de Aragón, por una imprevista huelga de autobuses.

Los partidos de izquierda, cuyos líderes encabezaron la manifestación, aprovecharon la proximidad de las elecciones autonómicas y locales para evidenciar su alineamiento con los antitrasvase. La marcha se abría con dos pancartas que rezaban: "Por una nueva cultura del agua. Nunca más un Gobierno trasvasista".

La concentración finalizó en la plaza de la catedral, donde el portavoz de la plataforma, Manolo Tomàs, recordó la catástrofe ecológica del Prestige y el conflicto con Irak para asegurar: "El PP también se ha equivocado con el PHN y CiU no reconoce nuestra lucha". El portavoz reclamó que tras las próximas elecciones generales, el nuevo Gobierno que surja paralice las obras del trasvase e hizo un llamamiento a la Unión Europea "para que no ceda al chantaje del PP y no financie el PHN; sería un escándalo político sin precedentes", dijo.