Miles de manifestantes contra el trasvase del Ebro piden el boicoteo electoral a CiU y PP

Fueron menos, pero siguen siendo multitud. Decenas de miles de ciudadanos llenaron ayer las calles más céntricas de Barcelona para renovar su protesta por el Plan Hidrológico Nacional (PHN) y por el trasvase en él previsto al río Ebro. Una muestra de que el discurso de la Plataforma en Defensa del Ebro continúa calando y un espaldarazo a la propia organización, que nuevamente surge reforzada. La plataforma antitrasvase recomendó ayer boicotear electoralmente a CiU y PP, considerados los ideólogos del PHN y solicitó a la Unión Europea que no provea de fondos el plan.

Un total de 100.000 personas según la Guardia Urbana, 15.000 según la Delegación del Gobierno y 300.000 según los organizadores son las cifras que se barajaban ayer de participación. En todo caso, la protesta reunió a un menor número de personas que en las convocatorias precedentes, en las que se rondó la cifra de 200.000 manifestantes. Fue una protesta diferente, asimismo, en su ambiente, en el que pesó la ausencia de centenares de aragoneses, impedidos para viajar por una inoportuna huelga de autobuses. La proximidad de las elecciones locales y municipales se hizo evidente en la profusión de pancartas de las formaciones de izquierda aliadas con los antitrasvase. La marcha, sin incidentes, se inició a las 12.00 horas y la abrían dos pancartas portadas por los principales líderes del PSC, ERC e IC, acompañados de miembros de la plataforma y de colectivos ecologistas. La Plataforma Nunca Máis y Aturem la Guerra se sumaron asimismo al acto.

Pese a la menor concurrencia, nuevamente se repitió la situación de que la cola de la manifestación salía de la plaza de la Universitat cuando la cabeza ya había llegado al final del recorrido previsto, en la plaza de la Catedral, donde el actor Joel Joan leyó un manifiesto y donde el portavoz de la plataforma, Manolo Tomàs, dictó un discurso con elevado tono político, en el que llamó a que Cataluña "no tenga nunca más un Gobierno trasvasista". "El futuro Gobierno tiene que parar los proyectos incluidos en el PHN: la interconexión de los ríos catalanes, el canal Xerta-Sénia y la disolución del Consorcio del Plan Integral del Delta del Ebro (CPIDE)", añadió. Tomàs reclamó a los comisarios europeos que "no cedan al chantaje del PP ni que financien el plan hidráulico. Sería un escándalo político". El portavoz aseguró que la manifestación de ayer evidencia: "Nuestra fuerza y moral están intactas, no saben ni comprarnos ni derrotarnos".El alcalde de Tortosa, Joan Sabaté (PSC), criticó ayer la decisión del líder de los populares catalanes, Josep Piqué, de cerrar la lista electoral en la ciudad. Sabaté aseguró, en el transcurso de la manifestación anti PHN, que en Tortosa no se vive un clima de coacción donde los militantes del PP se sientan amenazados: "Tortosa no es una ciudad del País Vasco donde los candidatos necesitan un apoyo del partido", afirmó el alcalde.

Sabaté se refirió a la aceptación por parte del Gobierno del PP de reconsiderar el volumen de caudal ecológico previsto para el Ebro, explicitada por el secretario de Estado de aguas, Pascual Fernández. El alcalde dudó de que el aumento del caudal sea significativo, dado que no se valoran cifras aportadas por ecologistas y que llegan a los 300 metros cúbicos por segundo. El portavoz de la Fundación para una Nueva Cultura del Agua, Antonio Esteban, aseguró a este respecto que el gesto "es una muestra de la debilidad del Gobierno y además aumenta la inviabilidad del proyecto". Esteban explicó que el hecho de que la Unión Europea no haya aprobado todavía el expediente informativo del PHN "es una señal de que hay problemas", y apostó por que Europa obligará a la reforma profunda del plan, sin ataques al Ebro".