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Petróleo: Irak y después / y 2

Hay que ver a Irak en un contexto más amplio. Tiene grandes reservas que aún están intactas. A menudo se dice que posee "las segundas reservas probadas más grandes del mundo". Pero todos los países del golfo Pérsico incrementaron repentinamente sus reservas en un 50% a mediados de los ochenta, y los niveles actuales de reservas de Irak son, de hecho, mucho más parecidos a los de Kuwait, Irán y los Emiratos Árabes Unidos. A Irak -que produce alrededor del 3% de la demanda mundial total de 77 millones de barriles diarios- también hay que situarlo en el marco de una red de producción mundial de petróleo mucho mayor y más diversificada. El panorama de la oferta se ha vuelto mucho más variado desde la crisis del petróleo de los años setenta. Ni el mar del Norte ni Alaska aparecieron en escena hasta finales de la década de los años setenta. África Occidental está adquiriendo importancia actualmente. Pero el crecimiento más dinámico en estos momentos se da en la región del mar Caspio y en Rusia, donde la producción se ha disparado el 25% en los últimos tres años.

Cuando en Cambridge Energy (CERA) imaginamos cómo será el año 2010, vemos a Rusia y al Caspio, por un lado, y Oriente Próximo (Irak incluido), por otro lado, compitiendo para ganar la carrera del suministro de los nuevos barriles necesarios para satisfacer la demanda en aumento del mundo. En estos momentos parece muy reñida, con ambos listos para añadir entre cuatro y cinco millones de barriles de petróleo diarios. Sin embargo, para la industria rusa serán de vital importancia los nuevos oleoductos que llevarán el petróleo ruso hacia el Este, a China o a Japón, y hacia el Norte, al puerto sin hielos de Murmansk.

Otro factor clave es la tecnología. Cada una de las eras del petróleo ha estado marcada por la introducción de nuevas tecnologías que ampliaban el horizonte. En opinión de Cambridge Energy, está teniendo lugar una nueva revolución tecnológica. Lo llamamos el campo de petróleo digital del futuro (DOFF, siglas en inglés). Integra un montón de tecnologías de información, de medición y de control que harán que la exploración y la producción sean mucho más eficaces y exactas y, por tanto, menos costosas. Creemos que en un periodo de cinco años más o menos el DOFF podría añadir 125.000 millones de barriles de petróleo que antes no resultaba práctico producir. Esa cantidad es mayor que las reservas probadas totales de Irak. Irónicamente, un nuevo Irak reconectado con la economía mundial podría ser uno de los beneficiarios del DOFF, junto con otros países productores de petróleo. Pero los más beneficiados serán los consumidores, y especialmente la gente de países como China o India, porque el DOFF aumentará la disponibilidad de petróleo a precios módicos, que con tanta urgencia necesitan para su crecimiento económico continuado.

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