Pequeños matemáticos

La facultad de Matemáticas de la Universidad Complutense tenía ayer un aire raro. Parecía todo menos una facultad de universitarios. A primera hora, por los pasillos se arremolinaban chavales de 10 y 11 años con sus lápices y sus gomas de borrar. También los había mayores: hasta 17 años, mucho menos nerviosos. Habían acudido a participar en el VII Concurso de Primavera de Matemáticas. Eran, en total, unos 15.000 alumnos procedentes de unos 300 colegios e institutos de la Comunidad de Madrid.

A la salida del examen, por llamarlo de alguna manera, algunos chavales comentaban su impresión. "La prueba me ha parecido bastante fácil, sobre todo las preguntas de cálculo", contaba Carlos, de 12 años, que estudia en el colegio público Pasamonte. Y su compañero Javier añadía : "Yo lo he acabado muy pronto. He repasado mil veces cada problema y, aun así, me ha sobrado tiempo". Para otros, en cambio, este examen no fue un paseo de rosas. Por ejemplo, Leandro, de 10 años y estudiante del colegio público Palacio Valdés, se justificaba: "Algunos problemas no los he dado en clase y no los he sabido hacer".

Selección por centros

Los 1.500 chicos que ayer acudieron a la facultad de Matemáticas habían sido seleccionados previamente por sus centros para participar en el concurso. Uno de los organizadores, el profesor Joaquín Hernández, explicaba que la intención de la prueba no era medir el conocimiento de los niños, sino su aptitud para las matemáticas: "Por eso, no sirve de nada estudiar 15 días antes, porque las preguntas son muy generales". Había cuatro niveles de prueba.

Llamaba la atención las pocas chicas que había. Clara y Julia, de 12 años y del colegio público Pinar Prados, eran algunas. "Me lo esperaba más difícil. Sólo ha habido una pregunta que no he entendido", decía Julia.

Una niña china de 14 años, Guoye, del instituto público Mariano José de Larra, también participaba. Con cuatro años viviendo en España, contaba que en su país el nivel de matemáticas era más alto y que si no sabía resolver, a veces, un problema se debía a que no comprendía bien el castellano y, por tanto, el enunciado de los problemas.

El propósito del concurso es popularizar las matemáticas entre los chicos. Los organizadores del concurso, todos ellos profesores de matemáticas de secundaria, seleccionarán entre los 1.500 participantes a los 150 finalistas. Y de entre todos ellos, a los 12 ganadores.

Este miércoles, 9 de abril, se entregarán los premios en el salón de actos de la facultad de Matemáticas con capacidad para 500 personas. El aforo se llenará de padres, madres y abuelos de los pequeños matemáticos ganadores.