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GUERRA EN IRAK | El frente norte

Las fuerzas británicas, a la caza de Alí el Químico

Las tropas británicas atacaron ayer con fuego aéreo y de artillería el palacio del comandante iraquí Alí Hassan Al Majid, primo del presidente Sadam Husein y más conocido como Alí el Químico, en Basora. El dirigente, acusado de usar agentes químicos contra los kurdos durante la rebelión de 1988, se encuentra a cargo de la resistencia iraquí en todo el sur del país, según fuentes militares de las fuerzas británico-estadounidenses.

"El ataque fue parte del esfuerzo por acabar con el régimen de Sadam Husein. Alí es un miembro del círculo cercano del presidente iraquí", dijo el Comando Central estadounidense en Qatar a través de un comunicado. El bombardeo a la residencia respondió a una información militar que afirmaba que un hombre muy parecido a Alí el Químico, de 62 años, se encontraba en ese momento en el edificio.

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Los intentos de dar caza al líder iraquí se han extendido por todo el sur del país. Los marines han atacado Shatra el lunes tras recibir una información similar a la que motivó el golpe sobre su palacio en Basora. Fuentes del espionaje suponen también que Majid se encontraba en el hospital de Nasiriya, donde se realizó el rescate de la soldado Jessica Lynch, pero el comando que participó en la operación no ha hallado rastros de él.

La situación en el sur

La ciudad de Basora, rodeada por las tropas británicas casi desde el comienzo de la invasión a Irak, el 20 de marzo pasado, se encuentra en una grave situación humanitaria. La persistencia de la resistencia iraquí ha provocado un gran deterioro de las infraestructuras urbanas en la mayor ciudad del sur del país. Unicef envió ayer seis camiones con ayuda al sur de la urbe, en el primer convoy humanitario que penetra en el interior de Irak.

El portavoz de las fuerzas británicas, el coronel Al Lockwood, instó ayer a los dirigentes del partido gubernamental Baaz a que pongan fin a su resistencia. La estrategia militar hasta el momento ha sido la del asedio paciente posicionados a unos tres kilómetros de la ciudad. "Vamos con mucho cuidado. La gente tiene cada día más confianza y la resistencia va disminuyendo. Ir despacio es la manera de resolver este problema", dijo el portavoz.

En el resto de las principales ciudades del sur no se registraron ayer movimientos militares de importancia. En Nasiriya, a 375 kilómetros de Bagdad, la resistencia iraquí era escasa. El puerto de Um Qasr, uno de los primeros puntos tomados por la coalición, permanece bajo control.

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