"Sé que decepciono a mucha gente al ir con Ruiz-Gallardón"

Alicia Moreno Espert, consejera de las Artes de la Comunidad de Madrid, conmocionó el pasado jueves a un gran sector del mundo de la cultura y sorprendió a todo aquel que ha seguido su trayectoria profesional cuando se supo que había aceptado ir en las listas del PP para el Ayuntamiento. No obstante, ella siempre recalca que va en una lista encabezada por Alberto Ruiz-Gallardón, hoy presidente del Gobierno regional, con el que afirma haber trabajado en total libertad durante seis años.

Esta mujer que nada más llegar a su actual cargo, hace cuatro años (antes fue dos años directora del Festival de Otoño), declaró que era de izquierdas, ayer se reafirmaba en ello: "De izquierdas no se deja de ser. Me siento de familia y cuna de izquierdas, y eso es inamovible". Es inevitable preguntarle cómo se compagina esa ideología y, a la vez, ir en una candidatura del PP. Y Moreno responde: "Pues siendo independiente, defendiendo un proyecto cultural serio, y, sobre todo, trabajando en total libertad al lado de alguien con quien se comparten objetivos en esta dirección". Por si quedaran dudas de su independencia, afirma: "Seguiré yendo a las manifestaciones contra la guerra de Irak, por supuesto".

No oculta que le ha costado mucho tomar la decisión de acompañar a Ruiz-Gallardón en la lista electoral para el Ayuntamiento de Madrid. "Lo último que pensaba era meterme en las listas, por supuesto como independiente, así que tengo que ir digeriendo la situación", explica.

Tras las declaraciones hechas el pasado martes por Moreno, mucha gente pensó que estaba meditando la posibilidad de dimitir: "Literalmente dije: 'Hoy no he pensado en dimitir'. Más adelante añadí: 'No sé si llegaré hasta mayo'. Eso fue todo. Es cierto que el miércoles aún no tenía las cosas claras, pero de repente me vi en una situación para mí insoportable, al estar en boca de la gente. Todos opinaban sobre mi conciencia, mi coherencia, sobre mis convicciones ideológicas, mi ética, mi moral... ¡Me sentí tan manoseada! Seguramente fue un revulsivo y un incentivo", dice.

Confiesa no entender a los que se han sentido decepcionados por su actitud o por no comportarse como ellos hubieran querido: "Uno no puede jugar a ponerse en el lugar del otro. Yo no me pondría ni en la piel de mi hija, a la que adoro por encima de todas las cosas, y menos aún en la de una persona que no conozco. Ello no quita que sepa que he decepcionado a mucha gente".

Ayer, Alicia Moreno no sabía qué puesto ocupará en la lista municipal que encabeza Ruiz-Gallardón, porque ni éste se lo ha dicho ni ella se lo ha preguntado. No obstante, ríe abiertamente cuando recuerda la broma que le gastó al hoy presidente del Ejecutivo regional: "Le pedí ir de número tres" [el puesto reservado a Ana Botella, esposa de José María Aznar].

Cuando se le pregunta qué le parece ir en la misma lista que Botella, la hoy consejera de las Artes no pestañea: "Es una de las muchas personas que van en esa lista. Sin duda hay discrepancias entre nosotras, pero no la veo como a una enemiga, sino como a una persona cuyo trabajo respeto, como sin duda ella me respetará a mí".

Moreno transmite su preocupación por lo que le pueda tocar hacer en la campaña electoral: "Espero que lo que me corresponda sea presentar el proyecto de cultura. No creo que nadie quiera que me ponga a dar mítines políticos de tecnología punta".

No sabe cómo reaccionará si le insultan o le tiran huevos o pintura, como estos días ocurre con algunos candidatos del PP: "No me atrevo a decir cómo voy a reaccionar si es que ocurre. Me ha costado mucho mantener mi vida privada al margen de una supuesta vida pública, que todo el mundo te presupone cuando vienes de una familia con una cierta popularidad. Incluso lo he intentado hacer estos cuatro años... A lo mejor ahora es más difícil", confiesa.

Una familia encabezada por su madre, la directora y actriz Nuria Espert, desde que hace ocho años murió su padre, el productor y director Armando Moreno; su hija, Bárbara Lluch, que ya empieza a destacar en el mundo del teatro, y su hermana, Nuria Moreno, primera actriz de la compañía británica de Lindsay Kemp. La hoy consejera de las Artes promete que, si llega a estar al frente de la cultura en el municipio madrileño, seguirá actuando respecto a estas personas como lo ha hecho hasta ahora: "Es un problema que ya he tenido. Intentaré ser justa. Tampoco creo que las deba penalizar, aunque ellas piensan que lo hago, y no se atreven ni a plantearme cosas que plantearían si otra persona estuviera en mi puesto".

Moreno confiesa haber hablado mucho con su madre de la propuesta que le hizo Ruiz-Gallardón.No tiene pelos en la lengua cuando confiesa lo primero que le dijo Nuria Espert, mujer siempre comedida, cuando ella le comunicó la noticia: "Sus primeras palabras fueron: '¡Qué putada!'; las últimas: 'Lo que tú decidas estará bien y yo te apoyaré".

Otras personas del mundo de la cultura la han felicitado e incluso le llaman valiente, pero no falta quien considera que se ha suicidado o se ha excitado con el poder: "Soy muy poco suicida. Respecto al otro comentario, lo han hecho personas que no me conocen. Ésta es una decisión que he tomado abruptamente, como tomo otras, pero convencida de que en ella están incluidas todas las cosas que quiero". Se podría pensar que esas cosas son las que ha pactado con Ruiz-Gallardón. "Con él sólo he pactado independencia", aclara.

De origen catalán, Moreno vive desde hace 24 años en Madrid, una ciudad que quiere abrir, a la que quiere quitar la caspa e incluso descastizar: "Creo que no es necesario abaratar las cosas para llevarlas a cabo; además, no hay que machacar a los vecinos con supuestas fiestas imprescindibles, que a mí no me lo parecen desde ningún punto de vista. Habría que trasladar muchos eventos a sitios en los que no sufra nadie. Yo he vivido en el centro y me han dejado sin dormir muchos días", señala.