El Congreso de Musulmanes de Habla Hispana pide un alto el fuego en Irak
El 11-S propició un aumento de las conversiones en América
El Primer Congreso de Musulmanes de Habla Hispana El islam en las dos orillas, que se celebra en Sevilla desde el jueves, hizo ayer un llamamiento al alto el fuego en Irak. Sus 200 participantes aprobaron por la tarde una resolución en la que se pide que se detenga la guerra "para evitar las consecuencias desastrosas de una escalada del conflicto", anunció Yusuf Fernández, portavoz de Junta Islámica.
Ali Raisuni, miembro de la liga de ulemas de Marruecos, señaló que el islam "prohíbe matar sin justificación". "Esta guerra no tiene justificación, ni razón, ni apoyo moral ni sentido. Esta guerra es un pecado, un crimen contra la humanidad", manifestó.
Martha Khadiya, mexicana residente en Estados Unidos y fundadora de la Asociación de Latinos Musulmanes de Los Ángeles, afirmó que la agresión es "inhumana, ilegal y prefabricada". Según Khadiya, la población hispana de ese país está dividad por la confusión que generan los medios de comunicación y en cualquier caso, dirigen sus críticas hacia la Administración no hacia el ejército.
Para Nicolás Cosío, president del Centro Cultural Islámico de La Habana y corresponsal del Centro de Prensa Internacional de Cuba, es preciso defender la paz y apostar por la unidad de los países árabes. "Si Estados Unidos está en Irak, es porque no hay unidad, existen grandes quiebras entre los países árabes".
En la jornada de ayer, el congreso, que reúne a 200 participantes de 14 países, abordó la situación de la mujer en el islam -los asistentes atribuyeron la discriminación femenina en los países islámicos a la cultura y no a los preceptos religiosos- y el fenómeno de los nuevos musulmanes en Iberoamérica. Hoy se propondrá la creación de una conferencia islámica latinoamericana que aglutine a los musulmanes de habla hispana.
Estados Unidos es el país americano con mayor población musulmana, siete millones, la mayoría afroamericanos. Según Yusuf Fernández, hay unos 50.000 latinos conversos. Le siguen Brasil y Argentina, con dos millones y 700.000 respectivamente. Un hecho curioso es que ha aumentado el número de conversiones a esta confesión a raíz de los atentados del 11-S. "Las conversiones son cada vez más numerosas y aumentaron sensiblemente desde ese momento, cuando una campaña antiislámica desenfrenada motivó a mucha gente a informarse por sí misma acerca del islam, lo que condujo a muchos a aceptarlo", sostiene Carlos Esquivel, de Argentina.
Khadiya apuntó un fenómeno similar en la problación hispana de Estados Unidos: "El islam para la mayoría de los latinos allí es desconocido hasta el 11-S". Según Yusuf Fernández, en los noventa se produjo una expansión de esta confesión en América debido al mayor flujo de información que ha supuesto Internet.
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