El Ejército israelí mata a cinco palestinos en varias incursiones en Cisjordania y Gaza
Mil detenidos en una 'operación de limpieza' en el campo de refugiados de Tulkarem
Cuatro palestinos murieron anoche durante una incursión del Ejército israelí en el campo de refugiados de Rafá, en el sur de la franja de Gaza, según fuentes palestinas. El ataque se produjo cuando unos 40 tanques, apoyados desde el aire por helicópteros de combate, irrumpieron en la zona. En Cisjordania, un chico de 14 años murió por disparos de soldados israelíes en la ciudad de Qalquilia, mientras otra incursión en el campo de refugiados de Tulkarem se saldó con la detención de un millar de palestinos.
La incusión en Rafá acabó con la vida de cuatro refugiados: uno víctima de un cañonazo de un blindado, mientras otros tres murieron a causa del disparo de cohetes por un helicóptero de asalto. Otros siete palestinos resultaron heridos y uno se encontraba de madrugada en estado crítico, según precisaron fuentes de la seguridad palestina. Con éstos son ya 3.125 los muertos desde que empezó la segunda Intifada a finales de septiembre de 2000.
El ataque se produjo cuando unos 40 tanques, acompañados por varias excavadoras, entraron un kilómetro en el campo de Rafá, situado cerca de la frontera con Egipto. Un blindado disparó dos obuses y los soldados dispararon con armas automáticas durante la incursión, al tiempo que dos helicópteros sobrevolaban el sector, incluido el que disparó el cohete, agregaron. El Ejército israelí derribó con excavadoras una vivienda de una sola planta en el campo, según estas fuentes.
Según una fuente militar israelí, cuatro soldados israelíes sufrieron heridas de poca consideración cuando su vehículo blindado volcó por la explosión de una carga activada a distancia en el transcurso de la operación, que contó con la participación de soldados de Infantería.
Esta fuente indicó, además, que el Ejército proseguía de madrugada una vasta operación de registro en Tulkarem, en el norte de Cisjordania. Numerosos efectivos israelíes reocuparon ayer este campo de refugiados, lugar de residencia del suicida que se inmoló el pasado domingo frente a un restaurante de Netanya, hiriendo a 40 personas. Un portavoz del Ejército indicó que unas 1.000 personas fueron detenidas -alrededor de 2.000, según fuentes palestinas- y conducidas al campo adyacente de Nur a-Shams para que sus identidades fueran comprobadas y, en caso necesario, interrogarlos.
"Castigo colectivo"
Esta medida fue justificada por el portavoz militar y condenada por la Autoridad Nacional Palestina, cuyo jefe del equipo de negociaciones, Saeb Erekat, la calificó de "castigo colectivo".
La incursión fue muy similar a la de Rafá. Decenas de vehículos blindados y todoterrenos militares, apoyados por helicópteros, irrumpieron de madrugada en al campo de Tulkarem. Tal como hicieran hace poco más de un año por primera vez -como reacción al atentado terrorista que desencadenó la campaña denominada Muro Protector-, repitiendo luego en media docena de ocasiones, los soldados israelíes utilizaron altavoces para pedir a los hombres del campo que salieran de sus casas y amenazaron con posteriores represalias en el caso de que no obedecieran la orden.
Al menos 11 de ellos fueron detenidos y puestos bajo custodia policial. Algunos estaban siendo interrogados de madrugada por agentes de los servicios de información, y la mayoría fueron liberados tras ser identificados. Pero los detenidos deberán permanecer en el campo vecino durante los próximos tres días, tiempo en que el Ejército israelí efectuará una nueva tanda de registros.
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