Cientos de viviendas quedan sepultadas por un alud de lodo en un pueblo minero de Bolivia
Confusión sobre el número de víctimas por las difíciles comunicaciones del pueblo arrasado
La mitad del poblado boliviano de Chima, en las faldas del cerro de Puca Loma, 250 kilómetros al noreste de La Paz, quedó ayer sepultada bajo lodo y piedras a las 10.30, hora local. Un cargo público estimaba que por lo menos la mitad del cerro se deslizó y cubrió las tres calles principales del poblado, donde se habían levantado unas 400 viviendas. El ministro de Defensa, Freddy Teodovich, señaló esta madrugada que los muertos "igual pueden ser 50 o 300" . La mayoría de habitantes de la localidad sepultada son mineros que trabajan en la extracción del oro.
El Gobierno destacó la ayuda solidaria ofrecida por las embajadas de Estados Unidos, España, Perú y la ministra de Defensa de Chile. El prefecto (gobernador) de La Paz, Mateo Laura, partió hacia Chima por tierra al mando de una columna con vehículos pesados, excavadoras, personal de rescate y bomberos. La travesía durará al menos unas 12 o 14 horas para cubrir los 250 kilómetros de camino hasta el lugar del desastre.
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