Muere una estudiante y 17 resultan heridos al volcar un autobús

Una joven estudiante de 18 años resultó muerta y 17 de sus compañeros heridos -tres se encontraban ayer en estado grave- al volcar el autocar en el que viajaban desde Cieza (Murcia) a Barcelona. El accidente ocurrió ayer a las 7.45 en la autopista A-7 a la altura de L'Ametlla de Mar (Tarragona). La policía autonómica apunta que el conductor pudo haberse distraído o dormido, si bien éste asegura que el vehículo empezó a colear sin razón aparente.

En el autobús de la empresa Bartolomé Muñoz, de Lorca (Murcia), viajaban, además del conductor, 37 estudiantes y 4 profesores del instituto Los Albares, de Cieza. Los jóvenes, de entre 18 y 22 años, cursan los grados medio y superior de Administración y Comercio. Era el primer viaje de estudios que organizaba el instituto. Habían partido a las dos de la madrugada para poder disfrutar la jornada de ayer ya en Barcelona. Tenían previsto ir a esquiar y visitar Port Aventura.

El vehículo se salió de la calzada en un tramo recto recién asfaltado sobre el que aún no se había pintado la línea continua del arcén, aunque sí estaban colocados los puntos luminosos conocidos como ojos de gato. La visibilidad era buena, según el delegado de la Generalitat en Tarragona, Francesc Sancho. Tras volcar sobre su costado derecho, el vehículo siguió desplazándose unos cien metros. Yolanda Vázquez, de 18 años, resultó muerta en el acto, y 17 de sus compañeros heridos, tres de ellos de gravedad: Vanessa Chiclano, que ingresó en el hospital de Sant Pau, de Barcelona, y Carles Palazón y Fernando Martínez, en el Joan XXIII de Tarragona.

Al lugar del accidente se desplazaron cuatro dotaciones de bomberos, dos helicópteros medicalizados y varias ambulancias. Los heridos de mayor consideración fueron atendidos en hospitales de Tortosa, Reus y Tarragona. Los leves, recibieron cuidados y atención psicológica en L'Hospitalet de l'Infant, donde fueron alojados en el hotel L'Alger.

El autobús accidentado tiene cuatro años de antigüedad y había pasado las inspecciones técnicas obligatorias. El conductor había respetado los descansos obligatorios y llevaba la velocidad adecuada al tramo (90 kilómetros por hora), según consta en el tacógrafo. Fue sometido a prueba de alcoholemia, que resultó negativa, e interrogado en la comisaría de Tarragona de los Mossos d'Esquadra por un presunto delito contra la seguridad del tráfico. Tras prestar declaración, fue puesto en libertad. La consejera de Gobernación de la Generalitat, Núria de Gispert, explicó que en el atestado el chófer asegura que no estaba dormido, que conducía correctamente y que no hizo ninguna maniobra "extraña", sino que notó que el vehículo "coleaba".

Algunos de los jóvenes corroboraron la hipótesis del error humano en el accidente. "El conductor iba muy ligero y alguna vez tocaba la línea rugosa blanca del lateral", explicó uno de ellos. El autocar "zigzagueaba" desde que salió, dijo Juan Pablo Ortiz. "Veníamos bien, todo ha sucedido en cuestión de segundos", dijo, sin embargo, Juan Pedro López, uno de los profesores,.

La mayor parte de los heridos leves presentaban cortes y rasguños por los cristales rotos por el impacto. Todos ellos se negaron a volver a subir a un autobús, ni siquiera para recorrer los pocos kilómetros que separan L'Hospitalet de l'Infant del hotel en el que se les alojó en L'Ametlla de Mar.

En Cieza, la noticia se conoció a primeras horas de la mañana, instantes después de producirse el accidente, ya que los propios estudiantes alertaron a sus familias. Los padres de los jóvenes se desplazaron horas después al lugar del suceso en un autobús habilitado por el ayuntamiento, que puso a disposición de los familiares los servicios de un psicólogo. El alcalde de Cieza, Francisco Martínez Rojas, que se desplazó al lugar del accidente, decretó dos días de luto. Yolanda Vázquez será enterrada hoy en el cementerio de Cieza.