Disidentes por el pueblo
Los ediles de Lebrija que dejan el PP lamentan la "imposición" de la guerra y afirman defender lo que quieren sus vecinos
La fachada del Ayuntamiento de Lebrija está cruzada por una pancarta a favor de la paz. Los vecinos han salido a la calle en varias ocasiones para mostrar su rechazo a la guerra, un posicionamiento que también manifestó, por unanimidad, el pleno municipal. "El pueblo de Lebrija está en contra de la guerra y yo estoy aquí por el pueblo, que es el que me votó, así que tengo que defender sus intereses", advierte Pedro Alcón, portavoz dimisionario del PP en el Ayuntamiento lebrijano.
Alcón y su compañero Ildefonso Carrasco, los dos únicos concejales populares de la localidad, anunciaron el domingo su baja del partido. Junto a ellos, alrededor de una veintena de militantes del PP en el pueblo han tomado la misma determinación, como el ex portavoz municipal y candidato a alcalde en las elecciones de 1999, Diego Calderón, o el ex presidente del PP local y ex diputado autonómico, José María Calderón.
Los cuatro coinciden en que la actitud del ex ministro Manuel Pimentel les ha hecho "reflexionar". "Esto no es ningún complot, es sólo una forma de pensar", asegura Alcón, quien, como sus compañeros, rechaza la explicación que se da desde la dirección del partido para justificar las disidencias: según el secretario regional, Antonio Sanz, la mayoría de los que han anunciado su marcha lo hacen porque se han quedado fuera de las listas electorales para el 25 de mayo.
Ni Alcón, ni Carrasco ni sus otros compañeros de filas forman parte de la nueva candidatura, pero aseguran que la decisión de no repetir estaba tomada desde "el principio del mandato", cuando Diego Calderón dimitió como portavoz municipal tras los malos resultados electorales. "Aquí no ha venido nadie a explicarme por qué el país se mete en guerra", subraya Calderón. "Esto es una imposición. Todos los que estamos aquí [por él y sus tres compañeros] nos dedicamos a la enseñanza. ¿Cómo le defiendo yo a los alumnos esta guerra?", se pregunta. Los cuatro han estado presentes en todas o alguna de las manifestaciones que se han celebrado en Lebrija en contra de la guerra, pero aseguran que nadie de la dirección popular les ha recriminado su actitud.
Insisten en que en Lebrija todo el mundo rechaza el apoyo de España al ataque sobre Irak y que, al contrario de lo que ocurre con los dirigentes del PP en algunas ciudades, nadie les ha faltado al respeto. No obstante, José María Calderón, reconoce que a alguna de las manifestaciones prefirió no acudir porque se sentía "incómodo" al ser una de las caras del PP en el pueblo. "Desde que he anunciado mi baja me siento más libre", subraya.
Los dos ediles que se marchan pretendían abandonar su acta de concejal, pero, debido a la proximidad de las elecciones, no hay tiempo para completar los trámites. Al final, han optado por darse de baja en el PP y pasarse al grupo mixto, un proceso que se completará hoy mismo. Aseguran, además, que para que nadie les acuse de que siguen en el Ayuntamiento por el dinero que cobran como concejales (algo más de 400 euros al mes recibe Alcón y apenas 150 Carrasco), entregarán el sueldo a alguna ONG que ofrezca ayuda humanitaria a Irak.
El rechazo de los populares de Lebrija a la guerra ha sido también secundado ya por el nuevo candidato a alcalde, José Joaquín Caro, que en unas declaraciones que publica esta semana el periódico Lebrija Información asegura sentirse "muy identificado con esa población civil que lleva 20 años siendo machacada por un régimen y que se merecía que se hubiera hecho algo más". "Aquí lo que ha habido es una guerra de intereses comerciales", añade, "incluso a nivel de España, influenciada por el tema de las elecciones".
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