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Entrevista:SABIN INTXAURRAGA | Consejero de Medio Ambiente

"Los ecologistas siempre serán mis mejores aliados"

Mikel Ormazabal

Sabin Intxaurraga (Zeanuri, 1949) es el anfitrión de la segunda Conferencia de Gobiernos Regionales para el Desarrollo Sostenible, que reúne hasta mañana en el Kursaal donostiarra a medio centenar de administraciones autonómicas y provinciales de todo el mundo. El consejero lamenta las bajas "de última hora" a esta cita mundial de representantes de los Estados norteamericanos de Pensilvania y Minnesota, o de Singapur "a raíz de la guerra de Irak".

Pregunta. ¿Qué papel pueden ejercer los gobiernos regionales si las deciciones sobre sostenibilidad las adoptan los Estados en las grandes cumbres?

Respuesta. No pretendemos tener ningún monopolio sobre desarrollo sostenible, sino colaborar con otras instancias de gobierno estatales en la promoción de un mundo mejor para todos. En muchos casos, tenemos más competencias que los Estados, por lo que debemos ser escuchados en el orden internacional.

"El desarrollo sostenible crea tensiones entre los departamentos del Gobierno vasco"

P. ¿Existe en el País Vasco una mayor sensibilidad por el medio ambiente y la sostenibilidad?

R. No estamos más preocupados que otros. Eso sí, somos de los pocos países que tienen aprobada una estrategia clara de desarrollo sostenible. El Gobierno central, por ejemplo, no la tiene. Nuestra estrategia contiene una serie de indicadores que nos permiten evaluar en todo momento los avances o retrocesos que se dan en la tarea de hacer una sociedad global más equilibrada.

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P. ¿Qué dificultades encuentra la actuación pública en esta tarea?

R. El desarrollismo salvaje y la industrialización han provocado que un bien tan escaso como el suelo no se esté utilizando adecuadamente porque han primado los intereses económicos y residenciales. En Euskadi tenemos que dar más pasos para mejorar los modos de producción y aprovechamiento energético, para reducir el consumo de agua y aumentar el reciclaje de residuos, por ejemplo. Desgraciadamente, nuestros hábitos de transporte son muy poco sostenibles, lo que ha provocado que en los últimos años la emisión de gases de efecto invernadero tenga una tendencia preocupante que nos aleja del cumplimiento del protocolo de Kyoto.

P. ¿Qué zancadillas recibe Medio Ambiente de otros departamentos del Gobierno, como Industria, Energía o Transportes?

R. Es evidente, existen tensiones. Construir infraestructuras conlleva la ocupación de suelos que antes estuvieron vinculados al sector primario. Si se pone en marcha el tren de alta velocidad y construimos más autopistas, vamos a consumir suelo que es escaso en nuestro país. Eso genera tensiones. Pero la propia definición de desarrollo sostenible nos obliga a buscar un equilibrio, sin heredar hipotecas a las generaciones venideras. Desarrollo sostenible no es dejar las cosas como están. No se puede vivir como en la Edad de Piedra.

P. ¿Qué desequilibros originan la construcción de la Y vasca, un gran puerto exterior en Pasaia y autopistas de gran capacidad, o el mantenimiento de centrales térmicas obsoletas?

R. No puedo ocultar mi preocupación por la construcción del puerto exterior de Pasaia, por la ocupación de tierras agrícolas y forestales por parte de una autopista o por la Y vasca. También la red de alta velocidad puede favorecer la sostenibilidad si esta infraestructura consigue reducir el transporte de vehículos y, consiguientemente, la emisión de gases de efecto invernadero. No niego que al Gobierno vasco le gustaría poner en marcha centrales energéticas de ciclo combinado en sustitución de las centrales de carbón de Pasaia y la de fuel de Santurtzi, porque éstas contaminan cuatro veces más para conseguir la misma producción energética. También somos partidarios de impulsar las energías renovables, como la construcción de parques eólicos, pero éstos producen otros impactos medioambientales sobre el paisaje que no nos gustan a los que somos montañeros.

P. ¿Se emiten muchos gases de efecto invernadero en el País Vasco?

R. Kyoto permitía al Estado español incrementar en un 15% los gases que generaba en 1990. En 2000 estábamos diez puntos por encima de lo máximo permitido para el periodo 2008-2012; en 2001 se redujo al 20% a causa de la desaceleración económica, y quizás en 2002 se haya producido otro repunte al alza porque fue un año lluvioso y las centrales térmicas funcionaron mucho. La situación es preocupante, pero no alarmante.

P. ¿Cómo han recibido los ecologistas su plan medioambiental?

R. La estrategia no es exclusiva del Gobierno vasco. En su elaboración han participado los ayuntamientos, las diputaciones y los agentes sociales, incluidos los ecologistas. Soy consciente de que algunos colectivos ecologistas son contrarios al plan de desarrollo sostenible en materias muy concretas. Al mismo tiempo, reconocen la importancia de poner en marcha el plan. En cualquier parte del mundo, los ecologistas siempre serán los mejores aliados de un ministro o de cualquier responsable político de Medio Ambiente. Y en el caso del País Vasco, también. Los colectivos ecologistas deben ser conscientes de la preocupación medioambiental del Gobierno, lo cual no obsta la crítica. A algunos sectores les pediría que pasen de la estrategia de la confrontación ante cualquier iniciativa del Gobierno vasco a la de la cooperación. Así avanzamos más que con la crítica sistemática.

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Sobre la firma

Mikel Ormazabal
Corresponsal de EL PAÍS en el País Vasco, tarea que viene desempeñando durante los últimos 25 años. Se ocupa de la información sobre la actualidad política, económica y cultural vasca. Se licenció en Periodismo por la Universidad de Navarra en 1988. Comenzó su carrera profesional en Radiocadena Española y el diario Deia. Vive en San Sebastián.

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