_
_
_
_
_
Cartas al director
Opinión de un lector sobre una información publicada por el diario o un hecho noticioso. Dirigidas al director del diario y seleccionadas y editadas por el equipo de opinión

Diario de una semana

Hace una semana, mientras me duchaba, oí cómo Irak había sido bombardeado. Sin palabras. No podía ser. Al final estaba donde tanto miedo me daba que llegáramos.

En el colegio, los niños no paraban de hablar de la guerra. Es difícil dar respuestas a las preguntas sobre la guerra. Yo no tengo respuestas ni razones para ellos. No tengo respuestas para mí. Por la tarde, al salir, siempre pienso que ahora tengo unas horas para mí, tomar el sol, regar mis macetas... Mientras conducía, escuchaba cómo en Bagdad ya estaba oscureciendo (noche cerrada, dijo una periodista) y caían las primeras (segundas) bombas. No podía ser, yo tomando un té disfrutando del sol, y allí noche cerrada y con tanto miedo. Sentía mucha tristeza.

Hoy, cuando volvía del trabajo, escuchaba otra vez la radio. Al llegar a casa, lo mismo de siempre, una lavadora, el té, ¿inglés o turco?, el periódico... y al llegar la cena, ¿dónde está la guerra? ¡La había olvidado! Otra vez sentí tristeza, pena, pero de mí. Ahora me doy cuenta de que he sido capaz de seguir comiendo mientras escuchaba que la bolsa sube y el petróleo baja (datos concretos), y no he sido capaz de vomitar. He sido capaz de escuchar que puede que reposten o no, y no he saltado de la silla, ni he gritado hasta decir basta.

Cuando un tema da mucho que hablar, lee todo lo que haya que decir.
Suscríbete aquí

Tendría que ser capaz de poder empezar a llorar en esta guerra más que la muerte de un hijo: creo que ha muerto mi humanidad.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_