Juegos y risas con los suyos
Tras 26 meses en Turquía, el pequeño Burak pasa su primer día en Rentería reunido con su familia materna
Tras 26 meses de ausencia, el pequeño Burak, de diez años, amaneció ayer de nuevo en su casa de Rentería. Allí estaban su abuelo y su madre, Inés Nieto, una mujer que no ha parado hasta recuperar a su hijo, al que su ex marido, el ciudadano turco Yüksel K., secuestró el 18 de enero de 2001. Hace ahora ocho días, Inés se fundió con Burak en un ansiado abrazo en un hotel de Estambul, después de que el padre del niño decidiera devolverle presionado por las autoridades de su país tras la mediación del Gobierno español. Ayer, ya en su hogar, comenzó para ella el principio del fin de una larga pesadilla.
Burak y su madre, tras ser recibidos en el aeropuerto de Biarritz por sus familiares, llegaron a su casa pasada la medianoche del jueves. Estaban cansados, pero contentos. Pese a ello, el niño se levantó ayer "prontito, como hacía antes", explicó su tía, Paloma Nieto, quien, "impresionada", no se cansaba de repetir que su sobrino, al que ha estado sin ver dos años y dos meses, está "igual que antes, pero muy mayor, muy alto, hecho un hombrecito".
La jornada de reencuentro fue intensa. "Las horas se hacen supercortas. Estamos todos juntos. Hemos comido juntos, casi celebrándolo", relató la hermana de Inés emocionada. Burak pasó gran parte del día jugando con sus dos primas, las hijas de Paloma, quienes no acudieron a la ikastola para poder pasar más tiempo con él. "Con la mayor se lleva un año y medio, se han criado juntos", recordó. El niño "está alegre, como es él; se ríe mucho. Y los demás estamos todos supercontentos", subrayó.
Una de las mayores dificultades ahora para el pequeño es el idioma. "Te entiende, pero le cuesta expresarse en castellano, apenas puede hablar, por lo que a veces se sirve de la ayuda de su madre", comentó Paloma. Aunque la lengua no fue un gran problema para compartir juegos con sus primas. "Son niños, ya sabes, casi no necesitan palabras para entenderse", apuntó.
¿Y cómo se encuentra Inés? "Muy contenta y feliz. Ha sido muy duro. Ha sido mucho tiempo de espera. La cosa está muy reciente, así que nos iremos haciendo poquito a poco. A ver si descansamos todos, nos lo merecemos", respondió su hermana. Una y otra comparecerán el martes en rueda de prensa para relatar la dura experiencia por la que han pasado.
El Ayuntamiento de Rentería no es ajeno a la batalla que ha librado Inés Nieto hasta recuperar a su hijo. Por eso, y como reconocimiento a su coraje, la corporación municipal aprobó ayer por unanimidad homenajear a su vecina, junto a varias entidades del municipio, durante las fiestas patronales. Inés será así una de las encargadas de lanzar los cohetes que abren las Madalenas el 21 de julio. Al día siguiente, recibirá una placa y comerá con la corporación.
Tanto el consistorio como la Ikastola Langaitz, centro en el que estudiaba Burak, quieren preparar un acto de recibimiento al niño, pero es una iniciativa que tienen que consultar y acordar con su familia. En cualquier caso, esperarán un tiempo, hasta que el pequeño descanse y se aclimate de nuevo a Rentería.
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