Funcionarios y una plataforma contra la guerra abuchean al PP en el Ayuntamiento de Huelva

El Ayuntamiento de Huelva vivió ayer otro pleno marcado por la crispación. Decenas de funcionarios municipales y de ciudadanos pertenecientes a la Plataforma en Contra de la Guerra lanzaron gritos en contra del equipo de gobierno, del Partido Popular, que montó un fuerte despliegue policial para que vigilara la sesión. Los concejales del PP, algunos con el rostro desencajado, votaron en contra de una moción, firmada por los tres grupos de la oposición, que pedía que el Ayuntamiento onubense condenara públicamente la guerra contra Irak.

El alcalde, Pedro Rodríguez, no acudió al pleno, como ha hecho en otras 20 ocasiones en este mandato municipal. Los ediles del PP soportaron gritos como "tenéis las manos manchadas de sangre, observad los muertos por las bombas", que les dedicó desde la tribuna, envuelta en lágrimas, una mujer.

El alcalde accidental, Francisco Moro, se limitó a comunicar a la sala que el equipo de gobierno renunciaba a argumentar su voto negativo a esas dos mociones. Primero se debatió un punto sobre el incremento salarial de los funcionarios. Los trabajadores han reclamado que el equipo de gobierno cumpliera el acuerdo alcanzado en enero con los sindicatos, que contemplaba una subida salarial de 293 euros mensuales por cada funcionario, como se ha establecido con los colectivos de Policía Local y Bomberos. Los funcionarios acusan al PP de haber incumplido ese acuerdo, que no quedó plasmado en un papel, tras el encierro que llevaron a cabo durante varios días los representantes sindicales de los trabajadores en el salón de plenos.

"Ustedes no son los amos de la caja, ustedes no pueden favorecer a unos trabajadores en perjuicio de otros. Porque esa actuación discriminatoria daña a la ciudad", indicó el portavoz de IU, Manuel Rodríguez. Las palabras de los ediles de la oposición fueron interrumpidas varias veces desde el público con ovaciones.

José Juan Díaz Trillo, portavoz socialista, puso el énfasis en la crispación interna que vive el Ayuntamiento de Huelva, que tiene unos 1.000 trabajadores, debido a la polémica surgida por el incremento salarial. "Nuestra más enérgica repulsa por el despliegue policial que han organizado ustedes. Están enfrentando a compañeros contra compañeros y de aquí pueden surgir heridas irremediables. Los políticos nos iremos de este Ayuntamiento, pero los trabajadores van a seguir. Son los que proporcionan los servicios a los ciudadanos. Ustedes han engañado a los trabajadores. Solucionen la situación de crispación a la que han dado lugar en este Ayuntamiento", dijo Díaz Trillo.

El concejal independiente Francisco Nieves expresó también su repulsa por el elevado número de agentes de la Policía Local que vigilaban el Ayuntamiento y formuló una apreciación: "Mientras todos los guardias están aquí, la ciudad carece de vigilancia. A los plenos han asistido muchos colectivos, cada uno con su inquietud o con su protesta, pero nunca se habían aquí dado unas medidas policiales tan desproporcionadas".

La protesta del colectivo por la paz fue menos ruidosa pero pareció calar más hondo en los ediles del PP. Algunos se limitaron a hacer un leve gesto con la mano cuando votaron en contra de la guerra, mientras el público coreaba: "No más sangre por petróleo".

Con este pleno concluyó un mandato municipal marcado por la crispación en el Ayuntamiento de Huelva, sobre todo a raíz del caso Isla Chica. Pedro Rodríguez, candidato a la reelección a la alcaldía, todavía no ha hecho pública la lista con la que concurrirá a las elecciones.