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Reportaje:

Una 'bronca' con beneficios sociales

Técnicos barceloneses difunden en Valencia la democracia participativa que Porto Alegre impulsa desde 1998

En la conferencia celebrada en Portoalegre en 1998, se sentaron las bases de lo que después sería el Observatorio Internacional de Democracia Participativa (OIDP), una red de ciudades y colectividades constituida hace año y medio, que ayer fue presentada en la Universitat de València a gestores y técnicos municipales valencianos. "Se trata de ceder un poco -o un mucho- de poder, comprometer a los ciudadanos en la toma de decisiones e incluso en la gestión municipal", resumía Rafael García, presidente de Musol, ONG valenciana colaboradora del obsevartorio que ha organizado el encuentro con la colaboración del Patronat Nord Sud de la Universitat. "Hay ganas de impulsar la práctica de la democracia participativa", agregaba García, "pero también hay pocos instrumentos". No es casualidad que los expertos invitados fueran técnicos del Ayuntamiento de Barcelona, puesto que esta capital fue una de las impulsoras del OIDP, junto a la francesa Saint Denis. "El observatorio nació con la intención de intercambiar técnicas de democracia participativa entre las ciudades", comentaba Fermí Vallbe, director de Proyectos del Ayuntamiento barcelonés, poniendo como ejemplo la técnica de los presupuestos participativos implantada en Brasil.

Hay otras técnicas, como las audiencias públicas, los jurados ciudadanos, las consultas ciudadanas, las memorias participativas o las cartas ciudadanas de participación. Carme Segura, responsable de los servicios asociativos, y Francesc Osan, director de Participación, completaban la embajada catalana. Osan, que fue uno de los redactores de Les normes reguladores de la participació ciutadana de Barcelona, dejó claro que, ante todo, la democracia participativa es una "opción política". Más de 30.000 personas, aseguró, colaboraron con sus propuestas en el proceso de elaboración de esas normas, cuyo artículo 2 regula que la participación ciudadana sea "preceptiva" a la hora de aprobar proyectos municipales, en cuyos expedientes ha de constar. "Estaremos de acuerdo", comentó, suscitando sonrisas en el auditorio, "que eso de la participación ciudadana es una bronca". Para qué someter a más tensiones que las exigidas por la legalidad vigente un proyecto urbanístico, se puede preguntar un gestor o un técnico municipal. Para qué buscarse "complicaciones" si se tiene la mayoría absoluta. "Puede ser, además", añadió Osan, "que un proyecto hecho con participación ciudadana encarezca el producto final, si no se tienen en cuenta los beneficios sociales". Puesto que todo eso se presupone, llevar a práctica la democracia participativa es una opción política.

Una opción política, cabría añadir, cada vez más demandada y asumida en la sociedad. No otra cosa pedían a principios de marzo en Valencia un centenar de colectivos que, con el lema Democracia participativa, ya, exigían un urbanismo consultado con los afectados y recordaban los abusos largamente denunciados por colectivos como los Salvem. En el Observatorio Internacional de la Democracia Participativa, por otra parte, se van sumando progresivamente más ciudades, como socios, y organizaciones sociales, como colaboradores, tal y como señalaba Fermí Vallbe. No obstante, frente a la decena de entidades municipales catalanas que actualmente figuran como socios, en la Comunidad Valenciana sólo el Ayuntamiento de Elda es a día de hoy miembro del observatorio, con un proyecto denominado Ciberb@arrio incorporado en el "banco de experiencias" de la red, consistente en "acercar el uso del ordenador y el acceso a Internet a toda la población". Algunas de las experiencias implantadas en España pueden identificarse fácilmente en la página web del OIDP (www.bcn.es/observatori/).

Se encuentran también en puertas de entrar en el OIDP los ayuntamientos de Benetússer y L'Eliana. Éste último tiene previsto aprobar en el próximo pleno municipal la adhesión a la red. Rafael García, en su intervención de ayer, invitó a otros municipios a sumarse al observatorio o dar a conocer sus experiencias, para realizar un encuentro a escala del País Valenciano después del verano.

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