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La deuda de la Generalitat crece 344 millones en 2002 y suma 6.870 a final de año

La carga pública de los valencianos supone un 10,1% de la riqueza que generan

La deuda de la Generalitat Valenciana aumentó 344 millones de euros a lo largo de 2002, el mayor incremento entre todas las autonomías del Estado en términos absolutos, y sumaba 6.870 millones a final de año, según datos difundidos ayer por el Banco de España. La Comunidad Valenciana es la única de España en la que la deuda pública supera un 10% del producto interior bruto. Los recortes en las obligaciones de la Generalitat registrados en el primer y tercer trimestre de 2002 fueron barridos por un alza de la deuda de 317 millones entre septiembre y diciembre.

Vicente Rambla, consejero de Hacienda, puso ayer al mal tiempo buena cara y calificó los datos recogidos por el Banco de España como "muy satisfactorios" porque el crecimiento de la deuda en un 5,3% respecto al cierre del ejercicio anterior y en 344 millones a lo largo de 2002 supone el más bajo en términos relativos y absolutos "desde 1990".

El responsable de Hacienda apuntó "una clara tendencia" hacia la reducción de la deuda. Pero la inercia de las obligaciones asumidas por la Generalitat a lo largo de los últimos años, que han crecido 4.214 millones entre finales de 1995 y finales de 2002, sigue arrastrando las cuentas públicas.

Otras comunidades autónomas que gestionaron competencias similares a lo largo de 2002, como Cataluña o Andalucía, fueron capaces de reducir su deuda pública el año pasado. En términos absolutos, el aumento registrado en la Comunidad Valenciana no resiste comparación con ninguna otra región del Estado. Sólo Madrid o Galicia, que tuvo que afrontar la catástrofe del Prestige, atravesaron momentos complicados en el último trimestre del año. Pero en relación al cierre del ejercicio anterior, sus respectivas deudas públicas apenas aumentaron 82 y 64 millones de euros durante el año, frente a una subida de 344 millones en la hipoteca que comparten todos los valencianos.

A finales de 1995, la deuda pública de la Generalitat representaba la doceava parte de la deuda conjunta de todas las comunidades autónomas. A finales de 2002, representaba la sexta parte del mismo paquete conjunto.

Rambla, en los pasillos de las Cortes, mantenía el optimismo: "Lo más importante es que hemos destinado ese esfuerzo de endeudamiento, junto con el esfuerzo presupuestario, a unas inversiones que permiten que nuestra comunidad haya liderado 2002 en el conjunto de España y mantenga niveles de creación de empleo importantes".

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Pero el aumento de la relación entre la deuda y el PIB, desde un 6,4% en 1995 a un 10,1% a final de 2002, revela que "el esfuerzo" de la Generalitat tiene un reflejo muy relativo en la capacidad de los valencianos para generar riqueza.

Desequilibrio sostenido

La apuesta del PP por el equilibrio presupuestario, por evitar gastar menos de lo que se ingresa, cae por tierra a la vista de la evolución de la deuda pública acumulada por la Generalitat Valenciana durante los últimos ocho años.

Los presupuestos se han cerrado sucesivamente con desfases relativamente pequeños, pero esa pulcritud tiene como correlato el crecimiento sostenido de la deuda de todos los valencianos. La proliferación de empresas públicas surgidas durante los últimos años ha permitido al Consell desarrollar grandes proyectos al margen de los presupuestos de la Generalitat y gracias al crédito externo.

Un segundo factor ha contribuido al crecimiento sostenido de la hipoteca de todos los valencianos, el hábito de trasladar deudas a corto plazo, asumidas para afrontar pagos urgentes, a largo plazo, un uso previsto para financiar inversiones. La Generalitat trasladó a largo plazo un sonoro desfase en el gasto farmacéutico previsto para 1996, pero como opción extraordinaria. El Banco de España computa todas las deudas igual, pero no se pueden comparar los cargos de la tarjeta de crédito con la hipoteca.

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