El concejal del PP en Montmeló dimite en desacuerdo con la guerra

Francisco Mariscal Elvira, el único concejal del PP en el Ayuntamiento de Montmeló (Vallès Oriental), dimitió ayer por "respeto a las leyes establecidas internacionalmente", y animó "a otros concejales" del partido a que "hagan lo propio". Mariscal afirmó que la guerra de Irak es "ilegal e injusta" y que obedece al "fundamentalismo" del presidente de EE UU, George W. Bush. Se trata de la primera dimisión que se produce en el PP catalán por la política de José María Aznar respecto a la guerra del Golfo.

La dimisión del concejal aflora una incomodidad en el seno del partido que la dirección en Cataluña trata de contener. En los últimos días crece el nerviosismo entre los militantes del partido por las crecientes muestras de rechazo de la ciudadanía hacia sus dirigentes, que ayer llegaron al extremo de la agresión física en Reus, cuando el ex líder del Partido Popular en Cataluña Alberto Fernández Díaz y el concejal del PP Miguel Ángel López Mayol fueron golpeados por jóvenes manifestantes contrarios a la guerra.

Estas muestras de rechazo se producen cuando afloran las primeras disensiones públicas en Cataluña. El pasado 27 de febrero, Jordi Alonso, concejal del PP en Olèrdola (Alt Penedès) ya votó contra la guerra de Irak en una moción presentada en el pleno del Ayuntamiento.Hace unos días varios concejales del PP en Andalucía presentaron su renuncia y anteayer el ex ministro de Trabajo Manuel Pimentel pidió también la baja del partido por su desacuerdo con la guerra.

El único concejal del PP en el Ayuntamiento de Montmeló, Francisco Mariscal Elvira, notificó su renuncia "irrevocable" en una carta dirigida al pleno del consistorio. Este vasco de 64 años, afincado desde hace 37 en Cataluña, "no sabe" qué razones han inducido al presidente del Gobierno y del PP, José María Aznar, a apoyar esta guerra. "Es la pregunta del millón", afirma Mariscal, que se declara "vasco y español, cristiano y católico". "Quizá el presidente del Gobierno se haya obcecado, por las circunstancias que sean", reflexiona el ex concejal.

El concejal dimisionario afirma haber adoptado esta drástica decisión porque "las personas deben ser consecuentes con las ideas de libertad, democracia y respeto a las leyes internacionales". Se declara "totalmente contrario a los fundamentalismos, sean de quienes sean", incluido el que, a su juicio, mueve al presidente estadounidense. Sobre la necesidad de acabar con las armas de destrucción masiva, el ex concejal de Montmeló afirma que no es más que "un pretexto".

Califica a Sadam Husein de "asesino, dictador y tirano", pero explica que España "debería seguir dentro de la ONU". Hubiera sido suficiente, afirma, prolongar el trabajo de los inspectores. Sobre la cumbre de las Azores, celebrada el pasado día 16 de marzo, Mariscal afirma que fue "una especie de teatro" porque la guerra era ya "inevitable".

Mariscal es consciente de ser el primer cargo electo del PP que ha dimitido en Cataluña por la guerra, pero no le importa. No piensa darse de baja del partido y desea proseguir la actividad política en Montmeló. A Mariscal le gusta la política local. Hasta diciembre de 2002 fue presidente de la Junta Local del PP y está orgulloso del trabajo que se ha realizado en la comarca. Afirma que en las próximas elecciones municipales su partido tendrá candidatos para presentarse "en 40 de las 43 poblaciones" de la comarca, lo cual supone "más candidaturas que nunca". Sin embargo, no le extrañaría que hubiera represalias. "No las temo", afirma, "puede que lo hagan, pero allá ellos".

José Santiago Ariza, presidente del PP en el Vallès Oriental, declaró ayer a este diario que cuando una persona "no está de acuerdo" con su partido lo mejor "es que dimita". Las posibles medidas contra el concejal dependerán, en todo caso, del comité de disciplina del partido. El presidente del PP en la comarca cree que Mariscal ha dimitido en realidad porque no fue elegido como candidato del PP para las próximas municipales en Montmeló. Su renuncia es "una excusa", concluye Santiago, algo que Mariscal niega: "Eso no tiene nada que ver".