Pujol apura la negociación con Piqué para evitar la comisión sobre sondeos

El presidente de la Generalitat, Jordi Pujol, volvió a arremangarse ayer para tratar de evitar la comisión de investigación sobre las encuestas de la Generalitat que el Parlament votará previsiblemente esta tarde. Pujol mantuvo ayer varias conversaciones con dirigentes del Partido Popular apelando al sentido de la responsabilidad para intentar que en el último momento se eche atrás en su anunciado apoyo a la propuesta apadrinada por la izquierda.

Pero pese a su intensa actividad telefónica no lo logró: fuentes populares subrayaron que el propio presidente regional del PP y ministro de Ciencia y Tecnología, Josep Piqué, trasladó a Pujol el malestar de este partido tanto por el escándalo como por las explicaciones dadas y reiteró que la comisión es inevitable si el Ejecutivo no se explica con claridad y alguien asume responsabilidades políticas por lo sucedido.

En el punto de mira se encuentra David Madí, secretario de Comunicación del Gobierno, responsable de los barómetros oficiales desde 2000 y mano derecha del conseller en cap, Artur Mas, quien se resiste a prescindir de su colaborador. En esta tesitura, la comisión de investigación se daba anoche por segura en medios del PP, aunque los contactos proseguirán hasta el mismo momento de la votación, prevista para esta tarde.

El mismo conseller en cap dejó ayer todavía la puerta abierta a la negociación. Desde Casablanca, donde concluyó su viaje oficial, admitió que CiU no tiene ninguna garantía de apoyo del PP en esta votación, pero añadió: "En el transcurso del pleno sabremos cómo tenemos esta situación", informa Josep Garriga.

Los reiterados pronunciamientos de Piqué en favor de la comisión de investigación no disiparon la incredulidad de los grupos de izquierda, que no acaban de creerse que en esta ocasión el PP vaya en serio. El portavoz parlamentario de Iniciativa per Catalunya Verds (ICV), Joan Boada, comparó la apuesta del PP por la transparencia con el Guadiana.Los dirigentes del PP están indignados con CiU por sus continuas apelaciones a la responsabilidad sin ofrecer ninguna medida que ponga luz al escándalo de las encuestas. Además, en el PP hay un fuerte malestar porque a su juicio los dirigentes nacionalistas contribuyen a estigmatizar a este partido en Cataluña.

Piqué ha aprovechado la ocasión para trasladar a CiU el mensaje de que a partir de ahora las decisiones del PP catalán se tomarán en Cataluña. Los canales habituales utilizados tradicionalmente por Convergència en la calle de Génova en Madrid -sede central del PP- se han revelado, por ahora, inútiles.

El portavoz adjunto del PP en el Parlament, Daniel Sirera, responsabilizó a Mas de la eventual creación de la comisión: "El único responsable es Artur Mas; esta vez no podemos ir a la Sindicatura de Cuentas ni pedir más comparecencias", afirmó, antes de añadir que el pacto de investidura no obliga al PP a "tapar las vergüenzas" de CiU.

No obstante, Sirera hizo un guiño a la federación nacionalista al explicar que su partido quiere que la comisión investigue el uso de los sondeos por todas las administraciones y no sólo por parte del Gobierno catalán. Convergentes y socialistas mantuvieron ayer varios contactos sobre la eventual creación de la comisión. Fuentes parlamentarias explicaron que CiU ha dejado claro que si la comisión se constituye pondrán todo su empeño en abordar la situación del Ayuntamiento de Barcelona.

Los portavoces de los tres partidos de izquierda rechazaron en bloque que la comisión pueda dedicarse también a investigar a los ayuntamientos.