Un interino escribe a Cándida Martínez

Soy uno de los interinos a los que durante años habéis estado "racaneando" plazas de oposición hasta llegar a un número de 17.000. Ahora que tantas críticas recibimos me gustaría que me dijera por qué esas plazas no han salido durante años. Será porque:

- Un interino cobra menos que un funcionario desarrollando el mismo trabajo.

- No tenemos derecho a indemnización en caso de despido.

- Los interinos tenemos la máxima movilidad por el territorio andaluz.

- No tenemos derecho a los cursos de formación que oferta la Junta para el personal fijo.

- No tenemos ni siquiera un contrato en toda regla sino simplemente un nombramiento por meses que no nos da ningún derecho pero que nos exige los mismos deberes que a cualquier otro trabajador.

Ahora que la Junta saca un número tan grande de plazas, pretende que, soportando los peores horarios, una movilidad constante y la mayoría de nosotros ya con cargas familiares, saquemos las ocho horas que se necesitan diarias de estudio para aprobar este tipo de oposición. Señora: yo reconozco que esto puede perjudicar a terceros, pero no es menos cierto que durante años nosotros hemos sido los grandes perjudicados. ¿Qué podemos demostrar mediante un examen que no hayamos demostrado durante años de trabajo? ¿Pretende la Junta decirle a los padres que durante años los profesores que daban clase a sus hijos no estaban capacitados? ¿Por qué en Sanidad y Correos se trata a los interinos de forma diferente? Le invito a usted a contestar a todas estas preguntas para que cuando el año próximo esté en el paro, con más de 40 años y con lo "fácil" que es encontrar trabajo en Andalucía, no me sienta defraudada por haber votado las siglas PSOE que creía correspondían al Partido Socialista ¿Obrero? Español.

¡Calla! o sería PSA, es decir Partido de Saqueadores Andaluces al que voté. Seguramente sería a este último. Saqueadores de derechos a los trabajadores, de ilusiones como la estabilidad en el empleo que conlleva la posibilidad de tener una familia no itinerante y consolidar un hogar en algún sitio.