Hamás y Yihad Islámica animan a los iraquíes a defenderse con operaciones suicidas contra EE UU

Miles de palestinos salieron ayer a las calles de Cisjordania y Gaza para mostrar su apoyo a Sadam Husein y su solidaridad con el pueblo iraquí. Espoleados desde las mezquitas, los manifestantes se multiplicaron en número respecto de la jornada anterior, para protestar contra la ofensiva anglo-estadounidense. Los movimientos islamistas radicales -Hamás y Yihad Islámica- se aprovecharon de la crispación popular para hacer apología de las operaciones suicidas, que ellos mismos han utilizado en numerosas ocasiones contra civiles israelíes desde que comenzó la Intifada.

Después del rezo del mediodía las ciudades autónomas cisjordanas -sobre todo Belén, Ramala y Qalquilia- y de la franja de Gaza -Gaza, Jan Yunis y Rafá- se llenaron de gente dando gritos a favor del autócrata iraquí y en contra de la invasión, que califican de "cruzada de Occidente".

Mientras la mayoría de las manifestaciones tuvo un desenlace pacífico, la de la ciudad vieja de Jerusalén se tradujo en enfrentamientos con las fuerzas de seguridad israelíes, que utilizaron gases lacrimógenos y granadas aturdidoras para dispersarla. Aunque según el portavoz de la policía ningún palestino resultó herido, varios tuvieron que ser tratados en el hospital del Makased, situado en el cercano Monte de los Olivos, por inhalación de los gases.El portavoz del Movimiento de la Resistencia Islámica (Hamás) en Gaza, Abdel Asís Rantisi, animó a los iraquíes a hacer frente a la invasión militar haciendo uso de las operaciones suicidas. "Los agresores americanos están ahora en suelo iraquí, por lo tanto los iraquíes deben confrontarles con todos los medios a su alcance, incluyendo las operaciones de martirio", declaró Rantisi, refiriéndose a acciones kamikaze. También la Yihad Islámica, mediante un comunicado, animó "a todos los guerreros iraquíes a avanzar con sus cinturones explosivos hacia los cruzados invasores", empleando la jerga típica islamista.

Por otro lado, el jefe del Estado Mayor del Ejército israelí, Moisés Yaalón, fue criticado por altos mandos de la Comandancia de la Retaguardia, encargada de la defensa civil en caso de guerra, por ordenar sin motivo abrir las cajas que contienen las máscaras de gas e inyecciones de atropina, entregadas gratuitamente a todos los ciudadanos. Según los críticos, esta decisión, además de haber sido prematura y alarmista, generará un gasto millonario a las arcas del Estado. Las cajas que hayan sido abiertas tendrán que ser recogidas para reponer los filtros y otros componentes que hayan sido manipulados, para luego tener que volver a ser herméticamente cerradas mediante un sistema especial.