_
_
_
_

El cierre de una fábrica textil de La Carolina afecta a 68 trabajadoras

Ginés Donaire

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Las 48 empleadas fijas de la fábrica textil Carolina Punto, del municipio jiennense de La Carolina, han recibido la carta de despido como consecuencia del cierre patronal ordenado por la dirección. La medida afecta también a otras 20 mujeres que, sin llegar a estar contratadas, realizaban trabajos para la empresa desde su casa.

Gema Cortés, portavoz de las despedidas y militante del sindicato Comisiones Obreras, comentó ayer que la empresa ha argumentado como motivo del cierre que su principal cliente, la firma Bassi, que suministra prendas a Lacoste, le ha retirado los pedidos, que suponían el 95% de los ingresos de esta empresa, que tiene su sede central en Cataluña.

Las mujeres despedidas, con el apoyo de los sindicatos, han anunciado que presentarán demandas individuales ante Magistratura de Trabajo donde reclamarán 150.000 euros en concepto de indemnización y pago de los atrasos y salarios pendientes.

Gema Cortés expresó la "indignación" de todas las afectadas por el despido y por el "trato recibido" por la dirección de la empresa. Las empleadas se enteraron de la medida la semana pasada, cuando regresaron de un periodo de vacaciones de siete días. Desde entonces, y hasta el jueves, permanecieron encerradas en las instalaciones de la fábrica a la espera de una salida laboral.

Tampoco el alcalde de La Carolina, el senador del PP Ramón Palacios, ha logrado su propósito de mantener abierta la fábrica al fracasar su mediación ante la dirección. Palacios ofreció un cliente que comercializa con El Corte Inglés para mantener la actividad textil.

Carolina Punto tenía siete años de vida y producía unas 3.000 prendas textiles semanales. Las ex empleadas desconfían de los argumentos de la empresa y achacan el motivo del cierre a una política de reducción de costes.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_