Sharon minimiza la posibilidad de que Irak ataque a Israel
Ariel Sharon considera que la probabilidad de sufrir una provocación por parte de Sadam Husein, tal como ocurriera en 1991, es prácticamente nula. Hablando ayer ante las cámaras al comienzo de una sesión extraordinaria del Consejo de Ministros, Sharon aseguró que "mientras que la probabilidad de ser alcanzados es del 1%, estamos preparados en un 100% para responder ante cualquier tipo de amenaza". El primer ministro israelí insistió en su posición de no beligerancia ante la inminente ofensiva, aunque también se congratuló de que Estados Unidos la ponga en práctica, "dado el peligro que supone un país como Irak, con sus actuales líderes".
A pesar de esta valoración general, corroborada por el director del Servicio de Inteligencia Militar, la Comandancia de la Retaguardia dio instrucciones a los ciudadanos para que durante los próximos días lleven siempre encima su kit de protección química y biológica, compuesto por una máscara antigás, sus correspondientes filtros e inyecciones de atropina. Irónicamente, la aplicación de dicha directriz coincidió con la última jornada del Purim, en que los israelíes celebran esta festividad del calendario judío haciendo uso de disfraces y máscaras.
Otra de las paradojas de esta coyuntura hizo coincidir la continua explosión de petardos en las calles que conlleva la celebración del Purim, con los prolegómenos de la guerra.
Escuelas abiertas
Intentando proyectar una sensación de normalidad, la ministra de Educación, Limor Livnat, adelantó que, después de tres días de fiesta, las escuelas públicas volverán hoy a abrir sus puertas a los alumnos, incluso si da comienzo la ofensiva.
Con este mismo propósito, el recién nombrado portavoz militar para la crisis iraquí, el general Amos Gilad, pidió a aquellos israelíes que residen en los barrios dormitorio del extrarradio de Tel Aviv que permanezcan en sus casas y continúen con su rutina. Aun así, muchos optaban por reservar habitaciones en hoteles de los enclaves turísticos de Eilat y el mar Muerto, que dada su proximidad a Jordania son considerados seguros, y en Jerusalén, donde la presencia palestina y la ubicación de lugares santos islámicos hacen que quede anulada como objetivo militar.
Aunque el Ejército israelí anunció que mantendrá el cierre de las áreas autónomas palestinas y la policía ha sido puesta en situación de máxima alerta para evitar potenciales atentados durante estas críticas fechas, una nueva emboscada tuvo lugar en la parte norte de Cisjordania. Un colono de 50 años, que transitaba entre los asentamientos de Mevo Dotan y Shaked, fue alcanzado en la cabeza por varios disparos efectuados desde la cuneta. La autoría del asesinato fue luego reclamada por las Brigadas de los Mártires de Al Aqsa, vinculadas al movimiento Al Fatah.
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