Si eres hombre, atrévete

No me refiero en este caso a los condones. Hablo de los guantes de fregar. Porque las tareas del hogar y el cuidado de las personas también son cosa de hombres. Es cosa de hombres cambiar pañales, preparar biberones y papillas, bañar a la abuela, pasear al abuelito, hacer la comida, limpiar el portal, planchar, limpiar el baño, hacer limpieza general, ir al centro de salud o al pediatra, al cole para ver que tal come y se socializa el niño, consolarle ante sus miedos, enseñarle a razonar y comprender... Es decir, todo aquello que pertenece al cuidado y sostenibilidad de la vida humana, ignorado social e históricamente, sin categoría de "trabajo" por tanto, no reconocido, agradecido ni pagado, sin derechos ni defensa sindical. Algo que se ha definido como "tareas" y que históricamente ha recaído sobre las mujeres.

Las cifras son claras: Los hombres, algunos, dedican 44 minutos de su tiempo a estos trabajos. Las mujeres cinco veces más. En algunos casos todavía el 100%. En cinco años, campaña tras campaña, se ha aumentado siete minutos de dedicación al trabajo doméstico por parte de los hombres. Parece que esta idea de que las tareas o trabajos no tienen sexo no acaba de ser compartida por la publicidad, ya que en torno al Día del Padre todo lo que se anuncia como posibles regalos, tiene que ver con el bricolaje, el coche, el ordenador, deporte, licores buenos, música, colonias, alguna joya, algo de ropa. Es decir, todo lo que está relacionado con el ocio, tiempo libre y realización de unas tareas concretas. La publicidad nos sigue recordando que las tareas tienen sexo, que hombres y mujeres debemos de tener expectativas diferentes en la vida. Y se nos sigue pidiendo que nos comportemos de forma diferente: las mujeres, ejercer de madres-cuidadoras, trabajando también fuera de casa, y además estando guapas, cuidadas (triple jornada de trabajo). ¿Dónde queda el tiempo personal y de ocio? Los hombres, en cambio, que trabajen exclusivamente fuera de casa y disfruten del ocio y tiempo libre.

Y todo esto, a diez días del 8 de marzo. ¡Que contradicción! En el Día del Padre se debe de hablar de la paternidad responsable, consiguiendo que las declaraciones institucionales se hagan en torno a este tema y no el día 8 de marzo, que estamos repletas de ellas. Ven a coger el guante. Para fregar y para apoyar la causa de la igualdad entre los sexos.