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Reportaje:FALLAS 2003

Más cascos, algo menos de lío

Los controles policiales y la inmovilización de cerca de 620 vehículos buscan moderar las locas carreras de motos tras la 'mascletà'

Sara Velert

La salida en estampida de miles de motocicletas desde las inmediaciones de la plaza del Ayuntamiento de Valencia tras cada mascletà se repite como todos los años, pero las carreras locas "han descendido un poco" ante los controles policiales, las multas y las inmovilizaciones de vehículos, afirman en la Policía Local. Los jóvenes, además, se cuidan más de llevar puesto el casco porque desde hace dos años, la policía puede inmovilizar sus motocicletas por el simple hecho de que se lo hayan dejado en casa, lo que les fastidia la fiesta. Algo harán también las multas, de casi 100 euros por no llevar el casco. "Aunque siempre hay una parte que se lo quita cuando se aleja del control", reconocen fuentes policiales.

"Siempre hay una parte que se quita el casco en cuanto se aleja del control"
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Un fiel reflejo del cabreo vecinal

Antes del corte generalizado de calles y a partir del 1 de marzo, día en que comienzan las mascletaes, son entre 20.000 y 30.000 las motos que se acercan al centro de la ciudad hacia las dos de la tarde. Entre 70 y 100 agentes han realizado controles desde el 1 de marzo para parar a los infractores y han inmovilizado cerca de 620 vehículos. Además, la policía comenzó a recordar las reglas a los motoristas en febrero, y se han establecido expresamente aparcamientos para las motos en algunas calles con el fin de "evitar que lleguen a la zona de influencia de la plaza del Ayuntamiento".

Sin embargo, a partir del 15 de marzo, con los días grandes de las Fallas, el control policial se relaja, aunque no desaparece. Ayer fueron 327 las motocicletas inspeccionadas, 35 las inmovilizadas por no llevar el conductor el casco o no tener en regla la documentación, y se multó a 155 personas.

Tal vez hayan disminuido algo las peligrosas carreras de otros años, pero la tentación de dar el acelerón domina a muchos motoristas que, por poner un ejemplo, siguen utilizando el semáforo de la calle Justicia como parrilla de salida para tomar a toda velocidad el puente de la Exposición, aunque luego tengan que frenar casi en seco al otro lado. Más de un peatón se ha visto sorprendido a mitad de calzada por la rápida salida de las motos, un auténtico enjambre que vuela por donde le dejan y en cuanto no avista policías.

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Sobre la firma

Sara Velert
Redactora de Internacional. Trabaja en EL PAÍS desde 1993, donde ha pasado también por la sección de Última Hora y ha cubierto en Valencia la información municipal, de medio ambiente y tribunales. Es licenciada en Geografía e Historia y Máster de Periodismo UAM-EL PAÍS, de cuya escuela ha sido profesora de redacción.

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