La Diputación de Barcelona apoya la gestión forestal de las asociaciones de propietarios

La Diputación de Barcelona está impulsando un nuevo modelo de gestión de los bosques de Cataluña que se ha aplicado en el 30% de la zona quemada en los incendios de 1994 y 1998. Tras tres años de trabajo, se han creado cinco asociaciones de propietarios forestales (y se prevé que dos más inicien la actividad este año) que engloban 116 fincas, las cuales suman 18.000 hectáreas de una superficie de bosque quemado de 60.000 hectáreas, lo que ha supuesto para la Diputación de Barcelona una inversión de 4,3 millones de euros (712 millones de pesetas).

La Diputación pretende favorecer el asociacionismo entre los propietarios con el fin de conseguir que la gestión del territorio sea más rentable y para evitar que se produzcan incendios tan graves como los de 1994 y 1998.

Este modelo exige el compromiso de los propietarios, que no podrán cambiar la actividad del bosque durante 25 años, pero tiene el apoyo de la Administración provincial, que dota a cada asociación de un técnico para orientar y dirigir las actuaciones. En cuanto al sistema de subvenciones, mientras que la Diputación las destina a las asociaciones, la Generalitat ayuda a los propietarios de forma individual.

El presidente de la Diputación de Barcelona, Manel Royes, que presentó ayer los resultados de esta iniciativa en Cardona, entiende que el modelo que plantea el organismo provincial es el que desea impulsar Pasqual Maragall si accede al Gobierno de la Generalitat y ha pedido a CiU que sea el Gobierno catalán el que asuma la gestión de estas asociaciones.