Noticias sobre el sida

La comercialización en EE UU de un nuevo fármaco, el T20, contra el virus causante del sida, primera de una nueva familia de tratamientos destinados a impedir la entrada del virus en las células del organismo, constituye una excelente noticia en un panorama poco esperanzador últimamente sobre una enfermedad de alcance planetario y que causa estragos, sobre todo en las zonas más pobres y pobladas del mundo.

El nuevo tratamiento encuentra un primer obstáculo para su extensión en su elevado coste, más de 20.000 dólares al año, frente a los 15.000 que cuesta el aplicado actualmente. Anque con el tiempo ese precio tienda a bajar, seguirá estando fuera del alcance de la immensa mayoría de infectados, salvo que la ONU convenza a los países ricos de la necesidad de aportar fondos para evitar el desastre humano que se cierne sobre extenas zonas del planeta, especialmente en África. La desigualdad sigue siendo abismal. Sólo el 2% de los seropositivos -unos 800.000 de los 42 millones de personas infectadas en el mundo- pueden medicarse con los costosos fármacos antivirales, que no curan la enfermedad, pero contienen su avance.

Ante el reciente fracaso del primer ensayo a gran escala de una vacuna contra el sida realizado por una empresa estadounidense, la comercialización del T20 en EE UU abre la puerta a un tipo de tratamiento de nueva generación que todavía no cura la enfermedad, pero que da esperanzas de una vida más larga y de mayor calidad a los infectados. El nuevo medicamento es el primero que opera impidiendo al virus penetrar en las células, mientras que los antivirales actuales actúan cuando el virus ya las ha infectado. Para los enfermos de larga duración, inmunes a la acción de los actuales fármacos por causa de las resistencias creadas, este nuevo producto les da opción a prolongar su tratamiento y, por lo tanto, su vida.

Esa buena noticia contrasta con la también conocida estos días de un aumento de los casos de sida diagnosticados en España, algo que no ocurría desde 1994. Es de notar que el 10% de los nuevos diagnosticados son extranjeros, y también que ha aumentado el número de los contagiados por contactos sexuales entre heterosexuales. Según los especialistas, un posible motivo del ligero aumento puede ser una cierta reducción de la cautela tras las campañas de concienciación masivas de la década pasada.