Hu Jintao asume la presidencia china con su antecesor en la sombra

Tras una década esperando en el pasillo, Hu Jintao fue elegido ayer presidente de China por la X Asamblea Popular Nacional, en sustitución de Jiang Zemin. El nombramiento de Hu, que desde noviembre pasado es secretario general del Partido Comunista Chino (PCCh), sanciona la primera transmisión ordenada de poder en el país desde la fundación de la República, en 1949. Pero Jiang seguirá manejando algunos hilos en la sombra, ya que fue ratificado como presidente de la poderosa Comisión Militar Central.

Con tres reverencias a los 3.000 delegados reunidos en el Gran Palacio del Pueblo, un prolongado apretón de manos a su predecesor en el cargo y una amplia sonrisa, Hu Jintao asumió la presidencia del país más poblado del planeta. Todo funcionó según el guión. Los votos rojos, introducidos con ambas manos, fueron cayendo uno a uno en la urna electrónica para rubricar un nombramiento que Deng Xiaoping bendijo en 1992. Desde entonces, Hu ha ido consolidándose lentamente en la compleja estructura del poder chino para liderar la llegada de la cuarta generación de líderes. La primera fue la de Mao Zedong; la segunda, la de Deng Xiaoping, y la tercera, la de Jiang Zemin.

El jefe de Gobierno, que en diciembre cumplirá 60 años, hereda un país en plena mutación, con un PIB que creció el año pasado un 8%, y unos cambios económicos y sociales que hacen preguntarse a muchos de los observadores la razón de que el partido siga llamándose comunista. Los nuevos líderes ya han anunciado que seguirán una política continuista, de liberalización económica y de estabilidad con un objetivo: extender el bienestar a toda la población para el año 2020, cuando el PIB deberá haberse multiplicado por cuatro, hasta los 4,32 billones de dólares. En el camino tendrán que hacer frente a la fuerte corrupción que reina en el país y a los riesgos de inestabilidad social generada por la brecha que el salto al capitalismo ha abierto entre el campo y las ciudades, entre ciudadanos ricos y pobres.

Hu tendrá en la sombra a Jiang Zemin, de 76 años, quien se espera que conserve una gran influencia en política exterior. Jiang colocó a un buen grupo de aliados y protegidos en el Comité Permanente del Buró Político del partido elegido en noviembre. Uno de ellos, Zeng Qinghong, de 63 años, fue nombrado ayer vicepresidente del país, y otro, Wu Bangguo, de 61 años, sustituyó a Li Peng en la presidencia del Parlamento.

Poco se sabe de Hu Jintao, que desde 1998 era vicepresidente. Ingeniero hidráulico por la prestigiosa Universidad Qinghua, de Pekín, pasó las primeras décadas de su carrera en las lejanas provincias del Oeste, incluido Tíbet. A los 39 años se convirtió en el miembro más joven del Comité Central del partido. Se dice de él que es muy competente, tiene la cabeza fría, va al grano y evita el parloteo inútil.