El consorcio encabezado por Dragados y Sacyr construirá la línea 1 del metro de Sevilla
Obras Públicas opta por la oferta más barata, que supera los 430 millones de euros
El coste económico fue el elemento clave que llevó ayer a la mesa de contratación de la Consejería de Obras Públicas a adjudicar "por unanimidad" al consorcio que lideran Dragados y Sacyr la construcción y explotación de la línea 1 de metro de Sevilla, la primera que se va a hacer en Andalucía. El Ejecutivo andaluz había establecido un presupuesto inicial de 360 millones de euros para la obra de 19 kilómetros y los trenes (material móvil): la oferta del consorcio ganador superó en casi 70 millones la cifra fijada por la Junta, mientras que el proyecto del grupo liderado por FCC estaba 110 millones por encima y la propuesta de Ferrovial era 180 millones más cara.
Los tres postores al mayor contrato público otorgado hasta ahora por la Junta (una cifra que probablemente se supere cuando se adjudique el primer tramo del metro de Málaga, con un presupuesto inicial de 374 millones) presentaron en diciembre sus ofertas a la mesa de contratación, en un acto cargado de nervios. Ayer, los ánimos estaban más templados: la propuesta económica ponía en ventaja al consorcio formado por las constructoras Dragados (30,92%), Sacyr (30,92%) y las andaluzas GEA 21 (11,69%) y Rus (10,03%), en el que CAF (10,88%) y Transportes Urbanos de Zaragoza (5,56%) se hacen cargo del material móvil.
"Nuestra oferta era una de las más competetiva desde el principio, sobre todo por la cuestión económica", señaló el director de Servicios de Dragados, Salvador Borrego, quien informó de que una vez que la consejera de Obras Públicas, Concepción Gutiérrez, dé el visto bueno a la adjudicación, el consorcio tardará un mes en elaborar el proyecto definitivo y empezará la obra en junio. El proyecto prevé el final de la construcción en el verano de 2006. La línea, con un recorrido de 19 kilómetros, está dividida en tres tramos: uno central que discurrirá entre la Universidad Pablo de Olavide y el Parque de los Príncipes, en el casco de la capital hispalense, y dos extremos que llevarán la línea a Dos Hermanas por el sur y Mairena del Aljarafe por el norte.
El proyecto del consorcio encabezado por Dragados, que disfrutará de la explotación de la línea durante 35 años, prevé un coste para las Administraciones de 445 millones. Ese pago se realizará a través de subvenciones al billete, aunque aún no está decidido cómo se repartirá este gasto público. La Junta pretende que el Gobierno central asuma cerca del 40%, pero si la aportación de Madrid se queda en un tercio como en otras líneas de metro, el Ejecutivo andaluz pondrá el 75% del resto y los Ayuntamientos implicados (Sevilla, Dos Hermanas, San Juan de Aznalfarache y Mairena del Aljarafe) se harían cargo del otro 25%.
El representante de Dragados explicó que el consorcio espera 16 millones de viajeros el primer año, con 17 trenes en circulación, y llegar a 21 millones cinco años después. Las primeras obras empezarán junto a los 3,3 kilómetros de vía subterránea ya construida en el tramo central y en el extremo más cercano a Dos Hermanas, cuyo Ayuntamiento negociará con el consorcio una ampliación de la línea hasta su casco urbano.
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