La Guardia Civil mata a tiros a dos de los cinco asaltantes de un club de Madrid
La banda salió del local disparando armas de fogueo al llegar los agentes
Dos asaltantes de un club de alterne de Madrid, el español José Manuel D. I., de 40 años, y el colombiano César Augusto O. R., de 29, cayeron abatidos en un tiroteo con la Guardia Civil. Los dos intentaban escapar del cerco de los agentes, que habían rodeado el club que estaban asaltando sobre las tres de la madrugada de ayer. Los fallecidos salieron del local junto con sus otros tres compinches pegando tiros con armas de fogueo.
Eran las 2.50 y en el pub Jalde las 12 empleadas y los dos trabajadores comenzaban a recoger para cerrar. El club se encuentra en el kilómetro 47 de la carretera de Burgos (N-I), en los carriles de entrada a Madrid. De repente irrumpieron cinco hombres armados con tres revólveres y dos pistolas, que comenzaron a gritar a los empleados. Desde el principio, comenzaron a mostrar una gran violencia hacia las mujeres (todas ellas suramericanas) para aterrorizarlas. También las empujaron y las zarandearon, mientras las metían detrás de la barra. Aquí otros integrantes de la banda de malhechores las tiraron al suelo. No paraban de repetirlas que las quemarían tras tirotearlas como hicieran el más mínimo intento de huir.
Los chillidos y los golpes por el local despertaron al dueño del establecimiento, Sadam, que dormía en un reservado. Antes de salir, cogió su teléfono móvil y avisó a la Guardia Civil de que estaban atracando el local. Los ladrones registraron los reservados del club. Entonces hallaron al dueño que, junto con el camarero, fue amordazado y maniatado detrás de la barra. Después desvalijaron las máquinas que había en el local. Además de hacerse con la recaudación de las tragaperras, rompieron la de música y la del tabaco. Después llevaron a las mujeres a una habitación.
Mientra tanto, fuera del local llegó un pareja de la Guardia Civil. Los agentes comprobaron que el asalto al club se estaba produciendo como les había descrito el dueño, por lo que pidieron refuerzos. En menos de cinco minutos, llegaron otras cuatro patrullas procedentes de las localidades cercanas. Los guardias rodearon el local. Tras encender los lanzadestellos de los vehículos policiales, utilizaron la megafonía para dirigirse a los secuestradores para que depusieran de inmediato su actitud y se entregaran.
Disparos a discreción
De repente, los cinco atracadores salieron fuera del local y comenzaron a disparar con sus armas de fogueo. Los guardias civiles, que ignoraban que las armas sólo eran simuladas, se protegieron tras los vehículos policiales y abrieron fuego contra sus oponentes, resultando heridos tres de los asaltantes.
La peor parte se la llevaron el español José Manuel D. I., de 40 años, y el colombiano César Augusto O. R., de 29. El primero recibió sendos tiros en el abdomen y en el pecho. Una bala hirió al segundo en la pierna izquierda. El proyectil le provocó la rotura de la vena femoral. Los dos se refugiaron de nuevo en el club. Mientras, los guardias corrieron hacia los otros tres ladrones, a los que no dejaron de encañonar con sus pistolas. Los asaltantes se quedaron inmóviles, mientras eran esposados. Uno de ellos, J. J. G. S., de 50 años, había recibido un tiro con entrada por encima del pubis y salida en el glúteo derecho.
Al lugar acudieron dos UVI móviles sanitarias del Sercam y del Summa. Los facultativos se centraron en el colombiano, ya que el español estaba muerto. Cuando entraron en el club, la víctima estaba agonizando. Los facultativos del Sercam intentaron reanimarlo, pero al final sólo pudieron certificar su muerte. Se había desangrado en cuestión de minutos. J. J. G. S., el herido que fue esposado en el exterior fue trasladado al hospital La Paz, donde anoche estaba ingresado con pronóstico grave.
Los especialistas de Homicidios comprobaron que las armas que utilizaban los asaltantes eran de fogueo, aunque en la oscuridad de la noche y por la forma de actuar los guardias civiles no pudieron apreciar este hecho. "La Guardia Civil lo único que hizo fue repeler la agresión con las consecuencias conocidas. Reaccionaron ante una amenaza cierta y evidente producida por la noche por varios individuos realizando disparos", señaló el ministro del Interior, Ángel Acebes.
El único español de la banda, José Manuel D., tenía seis antecedentes por robos, falsedad documental y secuestro. Además estaba buscado por un juzgado de Burgos.
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