Trabajadores de limpieza de Iberia se ponen en huelga para exigir un aumento de salario
Los empleados piden la equiparación de su sueldo con el de otros de la misma empresa
La suciedad del aeropuerto de Barajas estaba ayer oculta. Apenas se notaban los efectos de la huelga que ayer iniciaron 80 trabajadores de la empresa MASA, encargada de la limpieza de las dependencias de Iberia en el aeropuerto. La razón es que los pasajeros no pueden acceder a los lugares afectados por el paro. Los empleados exigen que su salario se iguale al de otros trabajadores de la compañía que limpian las aeronaves y que cobran un plus de 72 euros. Los huelguistas denunciaron que la empresa amenazó a algunos de los trabajadores si continuaban con la protesta.
Los trabajadores de la empresa Multiservicios Aeroportuarios S.A. (MASA) se afanaban ayer en hacer partícipes de su protesta a los usuarios del aeropuerto de Barajas. Desde las siete de la mañana, unas treinta personas, encargadas de la limpieza de vestuarios, comedores, mostradores de facturación y salas Vips, recorrieron las terminales del aeropuerto a ritmo de pitidos y gritos de protesta ante la negativa de la empresa a negociar un aumento de los sueldos.
Los huelguistas quieren que MASA, que cuenta con un plantilla de 1.000 trabajadores, equipare sus salarios (unos 600 euros al mes) con los de los otros empleados de la compañía que prestan otros servicios en el aeropuerto. "Los que se dedican a limpiar las aeronaves cobran un plus de 72 euros. Nosotros no tenemos por qué ser menos y consideramos que a igualdad de trabajo, igualdad de salario", señaló Francisco José Pérez, presidente del comité de empresa. "Es la punta del iceberg de una situación de la que los trabajadores ya estamos hartos", añadió.
La empresa está en total desacuerdo con las reclamaciones de los empleados. Un portavoz de MASA declaró ayer que no tiene sentido igualar los salarios de gente que no hace el mismo trabajo. No quiso hacer ningún comentario más y señaló que hasta que no evalúen a fondo el asunto no harán ningún comunicado.
Las repercusiones de la huelga, según los convocantes, no serán vistas por los usuarios de Barajas, ya que el 80% de los servicios que presta MASA no son cara al público. "Lo único que está afectando a los pasajeros es la basura que se está acumulando en los mostradores de facturación y en las zonas Vips, donde espera la gente que viaja en primera", se lamentaba ayer un empleado.
Los trabajadores aseguran que la compañía estaba exigiendo el cumplimiento de unos servicios mínimos del 60%, una cifra muy alejada a la del 46% impuesta por el Ministerio de Fomento a la empresa el viernes pasado. Fuentes de MASA negaron ayer este hecho asegurando que los servicios mínimos se atenían a las condiciones de Fomento.
Boicot a la huelga
Los convocantes de la protesta denunciaron en la comisaría de Coslada que Masa había ordenado a los vigilantes de seguridad de Prosegur que no les dejaran pasar a las zonas Vips. "No quieren que veamos si los servicios mínimos siguen lo acordado", afirmó un trabajador.
La secretaria sectorial de empresa de UGT, Carmen Solera, explicó que el seguimiento de la huelga indefinida había sido del 100%, "aunque un pequeño grupo de los trabajadores ha vuelto a su puesto de trabajo porque la empresa les ha amenazado con no renovarles el contrato si continúan con la protesta".
Solera señaló también que el jefe de servicios de Masa en el aeropuerto, Francisco Landín, estaba boicoteando la huelga encargándose él mismo de recoger las basuras almacenadas durante el día en los comedores.
Los trabajadores esperaban ayer la llegada de la noche, cuando según ellos, se iba a producir el verdadero pulso con la empresa. "Nos han asegurado que van a intentar limpiarlo todo durante la madrugada para que no queden restos de la huelga", afirmó Solera.
Cerca del 50% de la empresa en conflicto es propiedad de Iberia. Esta compañía aérea aseguró que la protesta no había provocado ningún tipo de contratiempos en las actividades del aeropuerto ni en los servicios al público. Iberia no quiso saber nada de las negociaciones de MASA con sus empleados y señaló que el conflicto es un asunto de la dirección de la compañía.
Los trabajadores afirmaron que desde que Iberia y las empresas Clece y Ramel se hicieron con la adjudicación de la contrata, se han perdido once puestos de trabajo fijos. También han denunciado a la empresa por incumplir la Ley de Prevención de Riesgos Laborales.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.