Los flamencos se vuelcan en el homenaje a Fernanda de Utrera

Madrid rinde hoy un histórico homenaje a Fernanda de Utrera, de 80 años, la mejor "solearera" de todos los tiempos. Por el Auditorio Nacional de Música pasarán esta noche todas las grandes figuras del flamenco actual: Menese, Morente, Mercé, Linares, Juan y Pepe Habichuela... Muchos de ellos vienen pagándose sus gastos, según Fernando Montoro, el organizador. Las entradas están agotadas desde hace días.

Fernanda Jiménez Peña, Fernanda de Utrera, es una de las personalidades más queridas y respetadas del flamenco. Aunque no se halla en condiciones de estar presente en su homenaje, y mucho menos de cantar, ya que padece la enfermedad de Alzheimer, sí lo harán su hermana Bernarda y otros miembros cualificados de una familia pródiga en artistas de lo jondo, como Miguel Funi e Inés Vargas.

Es la familia del que fue su abuelo, aquel Popá Pinini, matarife y cantaor, que cuando se emborrachaba -todos los días, como quien dice- llevaba el alboroto a la calle Nueva de Utrera, y en su casa ya se empalmaba la fiesta hasta el día siguiente.

El homenaje reunirá, por supuesto, a un puñado de cantaores de primera fila: José Menese, Enrique Morente, José Mercé, Carmen Linares, Vicente Soto, Sordera, Estrella Morente, Diego Rubichi y David Pino.

Con ellos, las guitarras de Juan y Pepe Habichuela, Enrique de Melchor, Rafael Riqueni, Moraíto Chico, Antonio Carrión, El Mami y Montoyita.

En el futuro será difícil que surjan cantaoras del carácter y la dimensión de Fernanda de Utrera. Con una voz opaca y rota, casi siempre insuficiente, arriesgaba todo en cada cante, peleaba los tercios hasta agotar sus posibilidades, rebuscaba, pellizcaba, perseguía los duendes desesperadamente, angustiosamente...

Emoción

Oírla cantar era siempre un acto de emoción sin cortapisas, un tumulto anímico que jamás nos dejaba indiferentes.

Se relaciona a Fernanda siempre con la soleá de Utrera. Efectivamente, es difícil rastrear en la historia del flamenco un caso de identidad semejante entre estilo e intérprete. Fernanda era la soleá de Utrera, y quizá la mejor cantaora por soleares de la historia. Tenía un entendimiento tan íntimo del género, tan profundo, que difícilmente puede separarse de él a la intérprete privilegiada.

Hoy es imposible ya que volvamos a tener ante nosotros la imagen desamparada de Fernanda de Utrera cuando abordaba la copla solearera que le dio gloria. ¡Tantas cosas son imposibles ya en el flamenco que nos va quedando, tan recortado de grandeza, tan recortado de jondura, tan recortado de ángel y de duende...!

Fernanda lo tuvo todo, y para la gente del flamenco será siempre bendita por ello.