El presidente del GIF achaca el retraso del AVE a las empresas adjudicatarias

El nuevo presidente del ente Gestor de Infraestructuras Ferroviarias (GIF), Ramón Escribano, se refirió ayer en León a los retrasos que se están produciendo en la línea del AVE Madrid-Lleida. Escribano dijo que el Ministerio de Fomento está asumiendo ante la opinión pública una responsabilidad que se deriva del "incumplimiento de los plazos contractuales por parte de las empresas adjudicatarias de los sistemas de señalización y control".

Según Escribano, "las empresas adjudicatarias de la señalización no han podido cumplir con las fechas pactadas en el contrato ni con los plazos sucesivamente fijados y aceptados por ellas mismas". "Es necesario deslindar responsabilidades, comenzando por las técnicas, para no seguir descargándolas sobre las políticas", añadió el presidente del GIF.

Asumido este retraso, ahora, según anunció Escribano, una comisión de técnicos del GIF y de Renfe se dispone a evaluar la situación real de la línea para fijar los plazos definitivos en los que el sistema de señalización del corredor estará en funcionamiento "con los niveles de calidad acordados y con garantías absolutas". El informe que elabore esta comisión será, aseguró, el que determine el calendario de viajes del AVE Madrid-Lleida y la inauguración de la línea.

El presidente del GIF hizo estas declaraciones ante el ministro de Fomento, Francisco Álvarez-Cascos, y el presidente de Renfe, Miguel Corsini, en unas jornadas sobre los trenes de alta velocidad.

De nuevo en el Congreso

El ministro volverá a comparecer hoy en el Congreso para hablar de los problemas del AVE. Álvarez-Cascos acudirá por la mañana a la Comisión Mixta para la UE, donde el socialista José Segura le planteará las deficiencias detectadas en la línea Madrid-Lleida, cuyos viajes promocionales han tenido que ser suspendidos, y respecto de los cuales el alcalde de Lleida, el socialista Antoni Siurana, señaló ayer que hacerlos "sin tener aseguradas las medidas de seguridad de la línea, la verdad es que fue una temeridad".

Ya por la tarde, en el pleno, el Grupo Catalán reclamará al Gobierno que haga un análisis detallado de la línea para subsanar las anomalías detectadas y que impulse el traspaso de la gestión de los trenes de cercanías y los regionales de Renfe a la Generalitat de Cataluña. La moción de CiU es consecuencia de la interpelación urgente a que la tuvo que responder la semana pasada Álvarez-Cascos, a quien el diputado Salvador Sedó acusó de falta de rigor sobre las anomalías detectadas en la línea a Lleida. Los nacionalistas catalanes consideran que la puesta en funcionamiento de este tramo "ha sido un fracaso" y pretenden que el ministerio elabore un "completo y detallado" análisis de los sucedido para subsanar los errores y establecer un calendario "preciso".

La moción se interesa tanto por el trayecto a Lleida como por la prolongación hasta Barcelona y la frontera francesa.