Polémica en Coslada

No comprendo cómo puede levantar tanta polémica, para un periódico local de Coslada, el hecho de que José María Muñoz esté en la lista de candidatos del PSOE al Ayuntamiento (lista que ha sido votada y aprobada mayoritariamente en asamblea por la militancia de Coslada). Un articulista que se esconde en el seudónimo Robespierre ya empezó la campaña en contra de José María Muñoz el 31 de enero. Dos semanas más tarde le dedicó tres apartados. Se le llama "traidor, tránsfuga...". Pero no se explica por qué se fue del PIC.

No se dice que el señor Muciarno incumplió unos acuerdos entre él, José María Muñoz y el señor Murillo: de retirarse a favor del señor Murillo como portavoz del PIC, de llevar el PIC una política personalista del supuesto líder y de oponerse porque sí a la política del equipo de gobierno. Ante esta situación, el señor Muñoz decide irse al Grupo Mixto y, por eso, "es un traidor". A lo mejor en ese momento se le podría haber pedido el acta de concejal (o al señor Huélamo por no cumplir lo acordado). No merece ningún comentario por parte de la prensa local que el señor Huélamo intente personalizar la campaña criticando a los otros candidatos en vez de hablar de proyectos y programas. El hecho de que el PP tenga en esta legislatura tres portavoces, dando una imagen de partido "partido", no merece ningún comentario.

Que sea otra vez la calle de Génova quien imponga el candidato a la alcaldía de Coslada en contra de su militancia (como ya pasó hace ocho años), por ese espíritu democrático que se les conoce: "Lo que vosotros votéis no importa, pues yo sé lo que os conviene". La única explicación que encuentro es que es más importante lo que hace o dice el número seis de la lista del PSOE que los candidatos número uno de otros partidos. No deja de ser gratificante para la militancia socialista, que implícitamente reconozcan la diferencia de calidad de esos partidos con el PSOE.