El Alavés también abanica a la Real
Con el Madrid silbando desde el sábado tras su paseíto ante el Racing, la Real recuperó la sonrisa tras unas semanas de zozobra. Se dio un masaje a costa del Alavés, que se ha convertido en el chollo de la Liga, al menos para los grandes: en lo que va de curso el Real Madrid le ha metido diez goles; el Deportivo, ocho; el Barcelona -en su peor versión-, seis, y la Real Sociedad, cinco. De nada le sirvió a Mané, el técnico alavesista, remendar buena parte de la defensa, con Dutruel y Abelardo a la sombra en el banquillo, y Téllez, mas pajarillo de cintura para arriba, como titular. En un tiempo, su equipo, no hace tanto glorioso incluso en Europa, ya perdía 3-0.
Con el Alavés como valium, la Real, recuperó sus mejores argumentos de la primera vuelta: el cartabón de Xabi Alonso, la escuadra de De Pedro, la contundencia de Kovacevic, la pillería de Nihat y el picante de Karpin. Sin embargo, a la vista del borroso estado del conjunto vitoriano, habrá que esperar a jornadas con mayores espigas para medir la posible rehabilitación del club donostiarra, que sólo había ganado un partido en la segunda vuelta. El Alavés no es, hoy por hoy, una probeta fiable. Se ha desplomado casi por completo.
Con el bocado de la Real y la derrota del Valencia, al que se le ha atascado la noria de las rotaciones de las que tanto provecho acostumbraba a sacar Rafa Benítez, el Deportivo se mantiene como tercera alternativa. Tras su fiasco copero, el equipo de Javier Irureta sudó tinta ante el Villarreal. Pero al equipo se le ve enchufado en la Liga, aunque su prueba de fuego en Turín, esta semana ante el Juventus, puede condicionar su futuro en la temporada.
Igual que al Valencia, que visita Amsterdam con el agua al cuello en la Liga de Campeones y un tránsito bacheado en la competición doméstica. De repente, su defensa, tan impenetrable en los últimos tiempos, se ha agrietado más de la cuenta. De ello se benefició el Atlético, uno de los grandes aupados de la jornada. Los rojiblancos, de forma inesperada, gracias a un testarazo de Aguilera -cuya cabeza ya ha copado más de una portada en este curso- han vuelto a la zona europea, territorio que desconocían desde la 11ª jornada. Los patinazos del Celta -en Vallecas- y el Betis -en Son Moix, donde el Mallorca no ganaba en la Liga desde noviembre- empujaron al Atlético a los puestos de la Copa de la UEFA, esa competición que su técnico, Luis Aragonés, ha despreciado en público en más de una ocasión. De espaldas al sabio, la hinchada rojiblanca aplaude con furor tras tanta penuria reciente. Hoy, con la primera aparición pública de Germán Burgos desde su operación quirúrgica, tendrá otro motivo para sonreír.
Menos motivos tienen en Barcelona, donde la era Antic ha sufrido su primer frenazo tras un arranque prometedor. Las lesiones se han cebado con el Bar-ça y de nuevo tiene una mueca sospechosa. La Liga de Campeones puede resucitarle otra vez esta semana. Un punto ante el maltrecho Bayer Leverkusen le dejaría anclado para los cuartos de final. Un sedante para la Liga, donde no acaba de despegar del todo.
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