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El IVAM revisa los orígenes del fotoperiodismo con la primera muestra retrospectiva de Seymour en España

Una bala segó la vida de David Chim Seymour en 1956, mientras realizaba un reportaje sobre intercambio de prisioneros en el Canal de Suez. La guerra acababa de terminar, pero este fotógrafo que firmaba sus trabajos con la abreviatura fonética francesa del apellido polaco, Szymin, apenas disfrutó de la paz. Algunas de las instantáneas captadas en Suez están colgadas desde ayer en la Sala de la Muralla del IVAM, como parte de la primera exposición retrospectiva programada en España de David Seymour. Son 150 fotografías, entre las que se puede ver la legendaria imagen de Miguel Hernández recitando ante las tropas en el frente, junto a conmovedoras instantáneas de "niños de la guerra": mutilados, recogiendo restos de morteros, abrazando muñecas rotas o esperando descalzos el próximo embarque como refugiados. Fotos llenas de vida, algunas "duras", como reflejaron ayer en la presentación la sobrina de Chim, Helen Sarid o el comisario de la muestra, José Vicente Monzó, que comparten espacio con celebridades del calibre de Churchill, Sofía Loren, Picasso, Françoise Sagan, Houston, Toscanini o Maria Callas. En todas ellas, los modelos parecen haberse puesto de acuerdo para colaborar con el fotógrafo y contar una historia.

Su sobrina lo describe como "fotógrafo comprometido que amó profundamente la vida", cosa que el conjunto de la exposición instalada en el IVAM hasta el 13 de abril refleja de forma nítida. En ella figuran, además de sus imágenes más conocidas y reproducidas, otras apenas publicitadas que, procedentes de la Agencia Magnum, se han seleccionado entre más de 2.000 candidatas, según explicó Monzó. Nacido en Varsovia, Seymour se trasladó a París a los 20 años, donde inició su trayectoria como fotógrafo. Colaboró con diversas revistas, viajó, trabó contacto con personalidades del mundo artístico e intelectual y vivió de cerca acontecimientos que marcaron la historia futura, entre ellos la Guerra Civil española y sus secuelas. Emigrado a Estados Unidos sirvió como fotógrafo en la Armada hasta el final de la Guerra Mundial. Considerado como uno de los impulsores del fotoperiodismo, en 1947 fundó la Magnum, junto a sus amigos Robert Capa y Cartier Bresson, otros dos gigantes de la fotografía, para trabajar con independencia, poder "recorrer el mundo y publicar sus fotografías con rapidez y eficacia", según recalcó ayer Marta Daho, una de las actuales responsables de la mítica agencia. David Seymour murió siendo presidente de la misma, cargo que había asumido en 1954, tras la muerte de Capa.

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