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LA POLÉMICA DE LAS ENCUESTAS OFICIALES LLEGA AL PARLAMENT

Maragall culpa a Presidencia de manipular los sondeos y lo achaca a la "desesperación" de CiU

El Gobierno catalán responderá de su actuación hoy en el Parlament

Pasqual Maragall tiene claro quién es el culpable de la manipulación de las encuestas y los motivos de esta actuación. En ningún caso, opinó ayer en Tarragona, la responsabilidad puede achacarse a la empresa Line Staff. A juicio del candidato socialista, la operación se fraguó en el Departamento de Presidencia -"por la desesperación de CiU de continuar en el poder", subrayó-, por lo que reiteró la petición de cese del secretario de Comunicación, David Madí, mano derecha de Artur Mas. Hoy Felip Puig y, previsiblemente, Jordi Pujol, deberán explicar en el Parlament por qué el Gobierno ocultó ciertos sondeos.

Maragall explicó ayer que la conducta del Gobierno catalán obedece a un sentimiento de "perdidos al río", que evidencia la ambición de Convergència i Unió (CiU) por mantenerse en el poder "sin problema de conciencia, pese a ser conscientes de la política de manipulación de la información".

El candidato socialista lamentó que este escándalo haya dañado a la empresa consultora, a la que exoneró de cualquier responsabilidad, y culpó a "un pequeño núcleo muy centrado y cercano al poder con intereses partidarios y electorales, con el añadido de que actúan por cuenta propia", en clara referencia al grupo de asesores y colaboradores del conseller en cap.

Hoy, por primera vez, se conocerá la opinión del Gobierno catalán sobre este asunto tras las constantes evasivas de sus miembros, parcos en declaraciones más allá de ratificar su confianza en el secretario de comunicación, David Madí, cuyo cese reclama unánimemente la oposición.

Jordi Pujol responderá previsiblemente hoy en el Parlament, en la sesión de control del Ejecutivo, a una pregunta de Iniciativa per Catalunya Verds (ICV) sobre la manipulación de las encuestas oficiales. Felip Puig, consejero portavoz, también saldrá a la tribuna a dar explicaciones tras la interpelación presentada por el Partido Popular. De nada han servido los intentos de la izquierda y del PP para que compareciera el conseller en cap, Artur Mas. CiU quiere proteger a su candidato de cualquier crítica en un asunto políticamente apetitoso para la oposición y en el que su departamento, Presidencia, se encuentra en el meollo del conflicto.

El portavoz parlamentario de ICV, Joan Boada, adelantó ayer parte del contenido de la intervención de su grupo. Boada explicó que Iniciativa reclamará responsabilidades al Gobierno por "permitir la manipulación de encuestas con el único objetivo de consolidar a Mas como candidato" y exigirá el cese del responsable, que en opinión de los ecosocialistas no es otro que Madí. Boada también apuntó la dimisión de Mas, a quien consideró "incapaz para dirigir el destino del país", y remachó: "En este Gobierno hay muchas cosas que huelen a podrido".

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Tanto Boada como Ernest Benach, de Esquerra Republicana, expresaron su disconformidad con la decisión de Presidencia de suspender la elaboración de sondeos porque, a su juicio, "no soluciona nada". Con el objetivo de evitar que estas irregularidades se repitan en el futuro, Benach planteó la creación de un organismo, de composición plural y con participación de técnicos sometido al control del Parlament, encargado de elaborar las encuestas para que "gobierne quien gobierne, haya máxima transparencia y garantías para todos".

Por su parte, Line Staff salió ayer al paso de las acusaciones formuladas la víspera por el secretario general de Presidencia, Carles Duarte, quien achacó a la empresa "relajación excesiva" y "errores" profesionales.

En declaraciones a Radio Barcelona, de la cadena SER, el administrador de Line Staff, Jaume Montané, manifestó: "Nos gustaría pedirle al señor Duarte que nos diga cuáles son estos errores que hemos cometido. También respecto a esta relajación a la que se refiere y, exactamente, en qué se traduce.". Montané añadió: "Además [querríamos saber] si ésta es una opinión personal o realmente refleja la de todas las personas de Presidencia. Y, en todo caso, si hemos cometido algún error, ha sido un error de exceso de celo o de excesiva lealtad y de confiar, probablemente, en algunas personas que nos han decepcionado".

Por otra parte, el Parlament recibió ayer, con más de cuatro años de retraso, el barómetro de diciembre de 1998 que la Generalitat encargó a Line Staff y en el que se hacía un estudio sobre el grado de satisfacción de los catalanes en relación con la acción de la Administración. Los datos del sondeo era conocidos.

El estudio fue enviado acompañado de una carta del director de Evaluación y Estudios del departamento de Presidencia, Josep Camps, excusándose ante Joan Rigol, presidente de la Cámara catalana, por la demora.

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