"El futuro del jazz está en el mestizaje", afirma Jerry González
En los últimos tiempos, y gracias a la película Calle 54, de Fernando Trueba, la vida de Jerry González (Nueva York, 1949) ha dado un vuelco importante. De ser uno de los principales creadores del jazz latino que se cocinaba en las catacumbas neoyorquinas, reconocido sólo por pequeños grupos de aficionados, ha pasado a ser un nombre popular. El trompetista y percusionista acaba de editar su nuevo disco, titulado Los piratas del flamenco, en el que colaboran El Cigala, Niño Josele y El Piraña.
El polifacético músico del Bronx no se conforma con seguir siempre el mismo camino y, dando un nuevo giro, se ha zambullido en el nuevo flamenco. "No hay flamenco de verdad en Estados Unidos. Todo son shows para cabarés. Mi padre tenía un par de discos de Manolo Caracol, los escuché de niño, pero lo primero que me influyó en este campo fue el disco Sketches of Spain, de Miles Davis. Fue una sorpresa: usaba escalas de blues y cosas modales, pero con sabor a flamenco. Después, el último disco de Camarón con Paco de Lucía me pegó fuerte. Así que cuando llegué aquí ya esperaba encontrarme con algunos flamencos para compartir cosas".
Fue la película Calle 54 la que hizo que Jerry González visitara España a finales de 2000. "Hicimos una gira por siete ciudades. El último concierto fue en el teatro Albéniz de Madrid. Al acabar vinieron al camerino Javier Limón y un grupo de gitanos entre los que estaban Josele y Piraña. Hablamos mucho, tocamos y fue magnífico. Limón insistió para que me quedara unos días en su casa. Acepté y ¡me quedé siete meses! Después marché a Nueva York para tocar una semana y volví". Ahora vive a caballo entre el Bronx y Madrid.
"El disco de Los piratas del flamenco surgió casi por casualidad. Sólo llevaba aquí un par de meses y nos metimos en un estudio con Piraña para improvisar. Grabamos siete u ocho números y se los pasé como regalo a Javier Limón, que insistió para que se convirtieran en un disco, y ahí están. Fue todo muy espontáneo".
Jerry González habla con entusiasmo de esta experiencia de fusión de jazz, flamenco y música latina. "Jazz, guagancó y flamenco, todo está ahí y, en un paso, podemos tocar tanto Charlie Parker o Duke Ellington como flamenco con rumba o flamenco clásico, o tocar a Thelonious Monk por bulerías. El futuro del jazz está en el mestizaje siempre que nazca de forma natural". Uno de los proyectos inmediatos de González es llevarse al grupo de Los piratas del flamenco a Estados Unidos. "La gente va a flipar cuando oiga cantar a El Cigala".
Babelia
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