Espartinas y la guerra
Carta en respuesta a la de Claudio T. Esteban López, sobre la Guerra Civil y Espartinas, publicada el 27 de enero.
La España del siglo XXI no es afortunadamente la del año 1939, Año de la Victoria, según el testimonio de los azulejos de la torre de la iglesia de Espartinas. A la calle aledaña sigue dándole nombre, con placa recientemente renovada, el General Franco. En este pueblo del Aljarafe sevillano, lleno de luz y claridad, el señor Esteban López, el gobierno municipal del PP y la Iglesia se empeñan firmemente en mantener estos recuerdos históricos, tristes y negros como la muerte, tan queridos por los vencedores de una terrible guerra fraticida, imponiéndolos aún actualmente como señas de identidad para toda la sociedad.
Estas heridas "de la muy antigua guerra civil" no las inventa artificialmente nadie, ni el PSOE de Espartinas las saca a la luz pública buscando en archivos escondidos y polvorientos, están ahí, simple y descaradamente presentes en las calles públicas, plenamente vigentes y con eficacia durante los cuarenta años de dictadura, impuestas sin remedio en los años de democracia. Se necesita mucha mezquindad personal, señor Esteban López, para acusar de "sembrar odio y maldad entre el pueblo basándonos en lo que pasó hace tanto" a los que sólo exigen el establecimiento de los valores constitucionales en el pueblo de Espartinas, cuando precisamente hasta el mismo Congreso de los Diputados, legítimo representante de la soberanía popular, ha aprobado por unanimidad, en fecha del pasado 20 de noviembre, instar a toda la sociedad española y exigir a los poderes públicos la reparación de ciertas injusticias, todavía latentes y activas, cometidas con las víctimas de la guerra civil, en algún caso a instancias de la ONU. Toda esta reparación viene tarde, muy tarde, es cierto; después de 25 años de democracia y una transición que muchos dicen ejemplar, pero que sin duda tuvo, entre otras, sus graves limitaciones con las víctimas de la guerra civil y la dictadura.
¿No le parece, señor López, que lejos de "buscar heridas o sembrar odio y maldad", una buena noticia para este pueblo de Espartinas, donde en fechas no lejanas, conmemorativas del 20-N, se han promovido anualmente peregrinaciones al Valle de los Caídos, que también se haya producido ahora en sede parlamentaria de las Cortes españolas la condena, por primera vez, del levantamiento militar o Alzamiento Nacional por parte del grupo parlamentario del PP en el Congreso?
Ser progresista y trabajar por el bienestar de los vecinos es también mirar al pasado para consolidar hoy la conciencia democrática de la sociedad.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.