El líder de la huelga de Venezuela recusa al juez por sus vínculos con el chavismo

El presidente de la principal organización empresarial de Venezuela, Fedecámaras, Carlos Fernández, compareció ayer ante el titular del juzgado 34, Maikel Moreno, para escuchar los cargos que se le imputan. El dirigente empresarial, uno de los líderes de la huelga de 63 días que paralizó parcialmente el país durante diciembre y enero, es acusado por la fiscalía de los delitos de traición a la patria, rebelión civil, instigación a delinquir, agavillamiento y devastación. La defensa recusó al juez Moreno alegando que la asignación del expediente al magistrado fue irregular.

Le cuestionan también porque, antes de ser designado juez, asistió como letrado a uno de los pistoleros de Puente Llaguno, como se conoce en los medios de comunicación venezolanos a los simpatizantes del presidente Hugo Chávez, que dispararon desde las inmediaciones del palacio de Miraflores, la tarde del 11 de abril de 2002, presuntamente contra manifestantes opositores.

Paralelamente, los abogados de Fernández solicitaron un hábeas corpus ante otro tribunal para lograr la liberación del empresario, quien ha permanecido recluido en la sede de la Dirección de los Servicios de Inteligencia y Prevención (Disip), la policía política venezolana. Fernández fue conducido ayer fuertemete custodiado al Palacio de Justicia de Caracas para escuchar los cargos que se le imputan.

Mientras tanto, el presidente de la Confederación de Trabajadores de Venezuela (CTV), Carlos Ortega, imputado por los mismos delitos que Fernández, anunció que no se presentará ante el juzgado por considerarse un perseguido político. De ahí que haya anunciado que realizará sus actividades desde la clandestinidad.

El centro de la ciudad amaneció tomado por la Guardia Nacional, en previsión de brotes de violencia, pues se había anunciado una gigantesca movilización desde varios puntos de la ciudad. Sin embargo, ésta no se realizó a la hora pactada. El jueves por la noche, varios centenares de personas se congregaron en la principal autopista de la ciudad, interrumpiendo el tránsito y secuestrando camiones con combustible. El coronel Danny Azuaje, director policial, advirtió de que cualquier situación irregular será responsabilidad de la Coordinadora Democrática.

El fiscal general de la República, Isaías Rodríguez, explicó en rueda de prensa que se ordenó la captura de Fernández y Ortega porque faltaron a citaciones a fin de comparecer voluntariamente.Para la oposición, estas detenciones son motivo suficiente para retirarse de la Mesa de Negociación y Acuerdos que dirige como mediador el secretario general de la OEA, César Gaviria.

La coordinadora responsabiliza al Gobierno de las decisiones de la fiscal que hizo las imputaciones, pues sus actuaciones se produjeron apenas días después de que Chávez hiciera una enérgica exhortación a los poderes Judicial y Ciudadano (al que está adscrita la fiscalía) para que actuaran contra de "los golpistas, traidores y terroristas", epítetos con los que suele calificar a quienes encabezaron la huelga.

Para no dejar lugar a dudas, Chávez mostró sin tapujos su satisfacción por la aprehensión de Fernández, diciendo que había dormido felizmente, con una sonrisa en los labios.