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AMENAZA DE GUERRA

Blair tomó la iniciativa para poner de acuerdo a Washington, Londres y Madrid

Carlos Yárnoz

José María Aznar no tardó en implicarse aún más con la línea dura de Washington y Londres en relación con la crisis de Irak. El primer ministro británico, Tony Blair, fue quien inició las gestiones para que el Gobierno español se sumase a los planes de Washington y Londres y para que los tres países presenten conjuntamente la nueva resolución sobre el régimen iraquí ante el Consejo de Seguridad, según informaron ayer en medios diplomáticos en Bruselas y confirmaron fuentes británicas.

El contenido de esa segunda resolución, que según se cree incluirá explícita o implícitamente un ultimátum a Sadam Husein tras acusarle de incumplir la 1.441, será precisamente uno de los asuntos más destacados que traten Aznar y George Bush en el rancho de éste en Crawford. Según las fuentes informantes, Bush y Blair ya han intercambiado las ideas generales sobre esa segunda resolución, cuyo borrador será finalizado la semana que viene y presentado después formalmente en el Consejo de Seguridad.

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Blair ha reiterado estos días su deseo de contar con esa segunda resolución antes de dar paso a una probable acción militar. El primer ministro británico la necesita, dado el fuerte rechazo de la opinión pública de su país a una iniciativa militar sin respaldo de la ONU. Por eso fue el primero en presionar a Washington para que Bush aceptara también esa segunda resolución, una iniciativa finalmente admitida por EE UU.

A finales de la próxima semana, Blair se desplazará a Madrid para hablar con Aznar. Para entonces, el texto de la nueva resolución no sólo estará ya cerrado, sino que incluso no se descarta que sea presentado en esos días.

Crisis en la UE

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Al haberse sumado Aznar a la iniciativa, el Gobierno español ha dado un salto cualitativo con importantes repercusiones en España y en la Unión Europea, si se tiene en cuenta el fuerte rechazo de los españoles a las tesis belicistas estadounidenses, de un lado, y el cisma que sufre Europa por las encontradas posiciones sobre Irak, de otro.

Así, los cuatro países de la UE representados hoy en el Consejo de Seguridad (Reino Unido y España, en un bando, y Francia y Alemania, en el otro) acentuarán todavía más sus discrepancias y, con ello, agravarán la crisis sin precedentes que sufre la Unión. Como telón de fondo, Blair y Aznar insisten durante esta crisis en la necesidad de mantener y reforzar las relaciones entre Europa y Estados Unidos, mientras Chirac y Schröder se distancian de Washington ante el malhumorado desconcierto de la Administración Bush.

Esas divergencias se pondrán de nuevo de manifiesto el lunes en Bruselas en la prevista reunión de ministros de Exteriores de los Quince, a la que también han sido convocados el presidente de la Liga Árabe y ministro libanés de Exteriores, Mahmud Mammud, y el secretario general, Amr Mussa.

Sobre la firma

Carlos Yárnoz
Llegó a EL PAÍS en 1983 y ha sido jefe de Política, subdirector, corresponsal en Bruselas y París y Defensor del lector entre 2019 y 2023. El periodismo y Europa son sus prioridades. Como es periodista, siempre ha defendido a los lectores.

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