La azarosa peripecia del ideal
El Bildungsroman o "la novela de formación" ha tenido sus mejores y más clásicos ejemplos en la literatura alemana. Y no por casualidad, sino porque la burguesía alemana siempre reflexionó con hondo interés sobre la influencia de la educación (Bildung) en el destino de los individuos. Sobre un común esquema biográfico estos relatos varían personajes y aventuras en diversas épocas. Aquí se analizan hasta 14 tramas de novelas de formación. El ejemplo más perfecto del género sigue siendo Los años de aprendizaje de Wilhelm Meister (que Miguel Salmerón ha traducido hace poco, Cátedra, 2000). Son muchos los grandes escritores alemanes que lo han practicado. Como prueba esta nómina: W. von Eschenbach, Grimmelhausen, Wieland, Moritz, Goethe, Novalis, Jean Paul, Stifter, Keller, T. Mann, F. Kafka, R. Musil, H. Hesse y P. Handke. Me parece un buen acierto el de comenzar, abriendo el abanico, con Parzival, que es una magnífica novela medieval de formación. (Que está in nuce en el prototipo del Cuento del Grial de Chrétien, pero que el novelista germano luego profundiza y completa). Y llegar en secuencia cronológica hasta H. Hesse (El juego de los abalorios, y Hesse daría más ejemplos) y P. Handke (Lento regreso) después de analizar de T. Mann La montaña mágica, de F. Kafka América y de R. Musil El hombre sin atributos.
LA NOVELA DE FORMACIÓN Y PERIPECIA
Miguel Salmerón Antonio Machado Libros Madrid, 2003 207 páginas. 12 euros
El largo recorrido por estos
relatos ilustra muy bien los retos de la dramática experiencia de unas vidas guiadas por los ideales e ilusiones de sus proyectos educativos, que casi siempre concluyen en un fracaso vital, tras una azarosa peripecia. Sólo en los escritores más optimistas -como W. von Eschenbach y Goethe- el individuo logra llegar a un compromiso feliz con la sociedad de su entorno. Pero, ya en los románticos y aún más en las novelas más recientes, los conflictos entre el yo y el mundo suelen acabar mal. La formación sirve al desarrollo de la personalidad interior, pero la peripecia rige el destino final de los individuos. El ideal educativo proyectado se quiebra o embota en los conflictos con la sociedad de la época, como revelan estos ejemplos de la mejor literatura alemana. Acaso, como advierte Salmerón, "esta forma literaria lleva en sí misma la incapacidad humana de superar el azar y por eso siempre tendrá como final o la utopía o un cierre oscuro y fragmentado". Ya G. Lukács definía al protagonista novelesco, enfrentado al mundo, como un "héroe problemático". Y problemáticos son estos dudosos héroes, solitarios con su ingenuo afán de Bildung, viajeros hacia un destino azaroso, pues la formación no garantiza el triunfo social, ni mucho menos, aunque sí comporta casi siempre una dolorida conciencia personal.
Miguel Salmerón antepone a sus capítulos de análisis de los textos unas consideraciones teóricas acerca de "la idea de Bildung" y "la novela de formación". Son unas páginas programáticas de reflexión y densidad filosófica, que ofrecen sus claras pautas para el desarrollo posterior de esta investigación de largo aliento. El análisis literario da pie a varias reflexiones estéticas y éticas de hondo calado, y los contrastes con otras novelas, como Tom Jones o Robinson Crusoe, están muy bien traídos. (Quizá a algún lector se le ocurra pensar en algunas novelas de formación hispanas, acaso en el Guzmán de Alfarache o El Buscón o El árbol de la ciencia, de Pío Baroja. Su pesimismo respecto a la Bildung es insuperable). Este libro, según su autor, "es para los lectores de novelas". Bien merece la atención de cuantos se interesan por la historia literaria europea, desde luego.
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