Tres helicópteros y dos barcos buscaron tres días sin resultado

Los servicios públicos de Salvamento Marítimo de Canarias se activaron el pasado 8 de febrero, sábado, ante una llamada de auxilio procedente de una patera a la deriva. No era la primera ni será la última. La llegada de inmigrantes irregulares a bordo de pateras que zarpan desde la costa sahariana con destino a Canarias se ha multiplicado por cuatro en los últimos tres años. En el último ejercicio, los inmigrantes irregulares detenidos por la Guardia Civil al llegar a las costas canarias superaron por primera vez a los que tocaron las costas andaluzas.

La patera gris de seis metros de eslora que navegaba a la deriva desde el viernes 7 de febrero con 18 inmigrantes a bordo movilizó a la mayoría de los servicios públicos de salvamento disponibles en las islas.

Tres helicópteros de la Guardia Civil, de Salvamento Marítimo y del Gobierno de Canarias y un avión del Servicio Aéreo de Rescate buscaron en el canal de mar que separa las poblaciones de Jandía, al sur de Fuerteventura, y La Isleta, al norte de Gran Canaria. A la misión de encontrar con vida a los 18 inmigrantes de la patera a la deriva se sumaron un barco de Salvamento Marítimo y una patrullera de la Guardia Civil. Helicópteros y barcos buscaron durante tres días en un área que abarcaba 100 kilómetros cuadrados.

Sobrevolaron la costa norte de Fuerteventura y el sur de Lanzarote y no vieron nada. La llamada de alerta que se recibió el viernes 7 de febrero informaba de que los 18 inmigrantes, dos de ellos mujeres, seguían vivos y procedían de Malí, Ghana y Sierra Leona.

Tres días de búsqueda

Tres días de búsqueda no bastaron para encontrar a los extranjeros a la deriva. Los servicios de salvamento se rindieron hasta ayer, cuando recibieron la llamada de un pesquero que había localizado la barca de madera a 220 kilómetros al sur de Gran Canaria. Para entonces, de los 18 inmigrantes sólo quedaban seis vivos, con graves problemas de hipotermina, desnutrición, deshidratación y quemaduras en la piel.

Algunos expertos en seguridad consultados ayer mismo por este periódico comentaron que, como ocurrió en la tragedia del petrolero Prestige, la Sociedad Estatal de Salvamento Marítimo (Sasemar) carece de un protocolo que establezca hasta cuándo hay que mantener la búsqueda de un barco o unos náufragos en alta mar.

El Ministerio de Fomento delega la responsabilidad de continuar el rastreo o levantarlo en cada capitán de la Marina Mercante que dirige la torre de Salvamento Marítimo.