El temporal de nieve colapsa las carreteras y mantiene en alerta a ocho comunidades
Los albergues para indigentes de Madrid llevan días colapsados debido al intenso frío
Buena parte del norte de la Península amaneció ayer nevada, de modo que se repitieron las incidencias típicas de estos temporales invernales: carreteras colapsadas (la N-I estuvo cortada de madrugada en el País Vasco), vuelos y trenes con problemas, 32 pueblos aislados y 24.000 niños sin clase. Pero el viento y las precipitaciones tienden a remitir, y las temperaturas, a subir, de modo que anoche habían recobrado la normalidad casi todos los servicios, pero permanecían en alerta ocho comunidades autónomas, con 13 puertos cerrados y otros 27 en los que se precisaban cadenas.
Anoche la Dirección General de Protección Civil mantenía la alerta por nieve en Galicia, Castilla y León, Navarra, La Rioja, Aragón, Cataluña, Madrid y Castilla-La Mancha.
La mayor parte de las 32 poblaciones aisladas por la nieve (17 en León y otras tantas en Palencia), con un total de un millar de vecinos, recuperaron la comunicación por carretera, y anoche sólo permanecían cuatro localidades aisladas. En esa comunidad más de 20.000 niños se quedaron sin colegio.
Los aeropuertos de Valladolid, León, Salamanca y Pamplona se vieron afectados. En el primero se cancelaron seis vuelos y uno en la capital navarra, pero todos recobraron la normalidad a lo largo de la jornada. Los fuertes heladas caídas durante la noche provocaron problemas en los cambios de vías y las catenarias de distintos puntos de la red de Renfe, y aunque no se suspendió ningún tramo hubo retrasos generalizados en los trenes nocturnos de largo recorrido y en el servicio de Cercanías de Madrid.
Pero algunos de los que más sufrieron los efectos de la nevada fueron los cientos de conductores que quedaron atrapados durante cinco horas en la N-I, que quedó cortada durante la madrugada en un tramo de 25 kilómetros a su paso por el País Vasco. La nieve y, sobre todo, la fuerte ventisca, con vientos de hasta 100 kilómetros por hora, impidió la visibilidad. No dejó circular ni a los quitanieves. Ya a medianoche se recomendó a los conductores que evitasen circular entre el kilómetro 367, cerca del parador de Argómaniz, y el 392, en Egino, en el límite con Navarra.
Varios camiones se cruzaron y a las 6.30 de la mañana la carretera quedó totalmente cortada. Se impidieron las comunicaciones entre Guipúzcoa, Álava y Navarra en el nudo situado junto a Alsasua. La N-I no se abrió de nuevo hasta las 11.30 horas, aunque con atascos considerables.
También hubo muchos problemas en la N-II, que tuvo el puerto de La Muela, en Zaragoza, cerrado hasta las diez de la mañana, informa Concha Monserrat. Las carreteras secundarias también se vieron muy afectadas sobre todo en las zonas de acceso a las sierras de las tres provincias aragonesas. Zaragoza (al igual que la mayoría de ciudades del norte) amaneció con una intensa nevada que llegó a colapsarla. Hubo muchas colisiones de vehículos y las maquinas de sal trabajaron toda la mañana.
En Madrid las placas de hielo quintuplicaron los accidentes por salidas de vía. Una persona falleció en el kilómetro 53 de la carretera de circunvalación M-40, cerca del monte de El Pardo. Además, varios camiones de gran tonelaje quedaron cruzados en la carretera o volcaron.
El intenso frío de los últimos días ha abarrotado aún más los ya saturados albergues para indigentes de la capital. Las 1.300 plazas de acogida existentes están llenas y se están produciendo problemas de hacinamiento en algunos centros, por ejemplo en el Don de María, regentado por una asociación católica, que cada noche acoge de 200 a 300 personas cuando estaba previsto para 80, informa Begoña Aguirre. La estación de Metro de Atocha, abierta durante las noches más frías como refugio y que no reúne las mínimas condiciones (es un pasillo mal ventilado con un solo retrete) cobija a una media de 100 personas.
Unos 2.000 niños catalanes no pudieron asistir ayer a clase a causa de la suspensión, por la nieve, de 48 rutas de transporte escolar y porque ocho centros docentes no pudieron abrir sus puertas, según datos del Departamento de Enseñanza. En la propia ciudad de Barcelona cinco rutas fueron canceladas y se quedaron sin colegio 257 escolares.
Y la Comunidad Valenciana está viviendo uno de los inviernos más gélidos de las últimas décadas. El responsable del laboratorio de Climatología de la Universidad de Alicante, Jorge Olcina, lo calificó de "atípico" y comentó que desde 1985, 1983 y 1971 no hacía tanto frío.
